Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
El rostro del chisme y de la difamación
Una enfermedad común y muy corriente
El Chisme nuestro de cada día Hay un Judas en cada esquinaEran las 2:15 de la madrugada cuando sonó mi celular y atendí la llamada, se trataba de una mujer desesperada, en depresión, llorando como Magdalena, trabándose al hablar, pidiendo ayuda a gritos y no hice otra cosa más que escucharla y escuchar su dolor lleno de impotencia, frustración e ira, hizo catarsis, vomitó toda la basura que la atormentaba y que le robaba el sueño, más que eso, la tranquilidad y la paz mental, emocional y espiritual. Esta mujer herida desahogó sus penas y tocaba un fondo, una severa crisis debido al hostigamiento, a las humillaciones, críticas, chismes y especulaciones negativas hacia su persona, toda esta ensalada emocional se la come día con día en su oficina donde labora y donde sus compañeros y compañeras, le hacen el conocido "bulling". Día con día, la hacen trizas, pedazos, la gente mal nacida, que no tiene oficio ni beneficio, que se han hecho expertas en juzgar a los demás, en levantar falsos, en difundir rumores, chistes, chismes en contra de la dignidad de esta mujer, que como ella, hay víctimas de la mala leche, por todos lados y que irresponsablemente hacen un daño serio y profundo. Lo mismo se da en la escala gubernamental, en sindicatos, empresas y en cualquier centro laboral o educativo, el chisme y el meterse en lo que no les importa, es un deporte nacional, que si hubiera Olimpiadas con esta rutina, muchas ganarían medalla de oro. Después de la liberación que hizo conmigo, le di algunas sugerencias que sin duda, durmió como niño recién nacido.
El Chisme es un vehículo de comunicación
El chismoso le pone el énfasis, la canela, emoción, dramatización, usa el arte de persuadir, expresa sus emociones con la cara, usando cejas, voz, con tonos y modulación, igual, su lenguaje corporal es por demás expreso y la gente chismosa, logra su cometido.- Yo los vi anoche en el estacionamiento. Ah, pero por favor, no se lo digas a nadie.- Te lo juro, es verdad lo que te digo. El chismoso lanza un dardo al universo y este comienza a difundirse de voz en voz y cada quien que lo escucha, le va agregando de su cosecha, es tan rápido destruir con la lengua de cada persona, con esa lengua más filosa que un bisturí, cobardemente levantan falsos y aseguran que es verdad, la circulación de una persona a otra, es rapidísima y súper efectiva. Un chisme está lleno de mala vibra, de energía negativa y quien escucha o difunde chismes, no muestra más que su mediocre interior, hay chismes capaces de destruir la confianza, de hacer trizas la imagen de una mujer, de crear cizaña, de sembrar vientos y cosechar tempestades. Un chisme es denigrante para la víctima que es atacada cobardemente a sus espaldas y que pocas ocasiones tiene la oportunidad de enfrentarse a sus enemigos, un chisme destruye y construye una falsa imagen, y estamos llenos de chismosos, mal nacidos y aquí lo importante es ser justos, honestos con uno mismo y poner candados para que ningún chisme tengo eco en nosotros y menos reproducción. Sé que no soy monedita de oro para caerles bien a todos, sé que soy argumento para chismes, especulaciones y levanta falsos, alguna gente ha hablado por hablar, son cobardes que tiran la piedra y esconden la mano, luego cuando te saludan en algún evento o en la calle, se desbordan con la sonrisa, son falsos, hipócritas, son Judas, te dan el abrazo y te clavan por la espalda la daga.