El que no sabe, es como el que no ve

Cortados con la mismas tijeras
La gran mayoría de los anexos para adictos, se localizan en casas viejas, adaptadas con dormitorios, comedor y salas de juntas, espacios extremadamente reducidos, no existen en la mayoría, instalaciones deportivas, se carece de aires acondicionados y calefacciones, así como de un plan terapéutico imitado a través de los años, de un anexo a otro, no cuentan con médico internista, ni enfermeras, muchos de los internos, hacen las tareas de enfermeros, cocineros, guardias y terapeutas, algunos cuentan con la participación de pasantes de psicología, la ciencia médica, brilla por su ausencia, otro punto en común, es el aburrimiento, el encierro es muy cansado por la inactividad y la poca variedad de temas y actividades, el índice de recaídos en clínicas y anexos es impresionante, muy alto, hay adictos, menores de 30 años, que ya suman más de 25 procesos de tres meses cada uno, a pesar de las condiciones antigénicas, del nulo trabajo profesional, estos anexos, son solapados por la autoridad, violando claramente la Norma de salud Nom 028, los directores, generalmente son adictos en "recuperación" sin estudios y que vieron la manera de hacer negocio con la enfermedad, muchas de las conductas de estos directores, son toxicas y no predican con el ejemplo, de esta manera la recuperación es nula- Un ciego, guiando a otro ciego.- Por ello, en materia de rehabilitación, desintoxicación, readaptación social, propiamente estamos en pañales.
Emocionalmente en crisis
No hay un programa que atienda las enfermedades mentales, emocionales, ni en prevención, mucho menos en rehabilitación, tampoco existe una estrategia de atención y prevención a las adicciones, a pesar de que los daños están a flor de piel, muchas familias, cayeron en la rutina, lo han sufrido por años y llega el momento en que se han resignado a vivir como viven, marcando la decadencia total y no es tan solo un problema de alcohol y drogas, es mucho más delicado que eso, lo que origina esta gama de adicciones con todas sus variantes y consecuencias, son las conductas toxicas, como pueblo, nacemos y crecemos sin ética, ni principios, ni valores, es muy común la mentira, el faltarnos al respeto, el tirar la piedra y esconder la mano, o clavar la daga y decir que el cuchillo no es mío, los hogares mexicanos, la mayoría de ellos están invadidos de ovejas negras o de los conocidos ninis, que ni estudian, ni trabajan ni nada, son parásitos y un verdadero estorbo para las familias.
Lo que no haz de querer, en tu casa lo haz de tener
La depresión, es ahora como si fuera un deporte nacional, todo el mundo la práctica, estos jóvenes están apagados, escondidos bajo las sabanas, refugiados en sus recamaras, aislados, distantes, muchos, prendidos de sustancias toxicas, son ególatras, neuróticos e intocables, propiamente una bomba de tiempo, así han crecido, tóxicos, enfermos mentales y emocionales, sin ganas de nada, por ignorancia, negación o apatía, la familia comete sendos errores y estas personas no se recuperan, por el contrario cada día se enferman más y no hay poder humano que los logre sacar del bache, lo mismo sucede con los jóvenes obesos, o víctimas de los trastornos alimenticios, bulimia y anorexia, con los maniaco depresivos, los codependientes y neuróticos, muchos, buscan ayuda, rogándole a Dios no encontrarla y así es el panorama emocional del país, desastroso, en un mundo incierto, a obscuras y viviendo entre azul y buenas noches, entre tinieblas.
Por ello, recae el recaído, nunca se levanta
Esta es una enfermedad perra, cruel, devastadora y se origina en el seno de la gran mayoría de las familias, la contaminación está a flor de piel, hay tantos elementos que fortalecen la dimensión de la enfermedad emocional, como las adicciones a los video juegos, a los aparatos electrónicos, a las relaciones toxicas, en suma, los niveles de ansiedad que son sumamente altos, el vacío de valores y las miserias espirituales que vivimos muchos de nosotros, que en su conjunto formamos parte de la desintegración familiar y de ahí el reflejo en todos los ámbitos, tenemos, universitarios enanos, mediocres, enfermos que se invaden de soberbia, tenemos un mar de corrupción por donde quiera, una avalancha de robos hormigas, ejecutivos déspotas, jefes prepotentes, en fin, un panorama de personas sumamente enfermas, esa es la realidad de México, un país sumamente enfermo, quien diga lo contario, que arroje la primera piedra.
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