Columnas > ARNOLDO HUERTA RINCÓN
El Derecho en era del Covid
“No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde al cambio”: Charles Darwin
Bien se dice que en los tiempos complicados sale lo peor o lo mejor de las personas. Actualmente con la contingencia sanitaria derivada del coronavirus (Covid-19), los seres humanos estamos observando diariamente los sucesos en nuestra ciudad, estado, país y en el mundo; con base en esas cuestiones reaccionamos, cambiamos nuestro estado de ánimo, hacemos juicios de valoración (la mayoría de las veces infundados) y creemos saber de todo un poco, aunque solo sepamos que no sabemos nada.
Como es bien sabido, el Derecho y las leyes se crean para regular, principalmente, las relaciones de los integrantes de una sociedad, para garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos, para limitar el poder público (también el abuso de éste) y para definir las atribuciones de los órganos de Gobierno.
También debemos saber que las leyes al elaborarse se realizan con los datos que tienen en el momento, es decir, estudian cuestiones sobre situaciones ordinarias y extraordinarias, de las que tienen conocimiento, muchas veces también, futuras e inciertas, pero, ¿qué sucede cuándo no está regulada alguna cuestión imprevista como el Covid-19? Se debe actuar.
Desde mi percepción, en situaciones sumamente extraordinarias e inéditas, se requieren medidas similares: extraordinarias e inéditas, ponderar por encima de las reglas formales los principios generales, y tener encima de todo los valores como la salud y el bienestar social. A la vez, respetar y proteger los derechos fundamentales de todas y todos los seres humanos.
Dicho sea de paso, existe una figura conocida como régimen de excepción o estado de excepción, establecida en el artículo 29 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual menciona que en los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública o de cualquier otro que ponga a la sociedad en grave peligro, el presidente de la Nación, secretarios y fiscal general, con aprobación del Congreso de la Unión o la Comisión Permanente, podrán suspender o restringir ciertas garantías en todo el país o en cierta región, con la finalidad de enfrentar el problema y únicamente por un tiempo limitado.
De lo anterior se observa que esa facultad es exclusiva de los Poderes Ejecutivo y Legislativos Federales. Algunos Estados y algunos Municipios han optado por medidas que podrían atentar contra esa disposición, al igual que la Federación ha decretado cuestiones que tornan de ilegales o inconstitucionales, sin embargo, considero el momento que vive nuestro país, como referí anteriormente, requiere de tomar decisiones rápidas y necesarias para hacer frente de manera más afectiva a esta pandemia, ponderar los derechos humanos por encima de regulaciones, sin caer en excesos o, para evitar lo anterior, que los Congresos del país y de las entidades realizaran mediante consenso todas las modificaciones necesarias “fast track”.
La coordinación de todos los niveles, frente a este problema mundial, es sumamente importante, sin embargo, en un país como el nuestro donde existen muchos Méxicos dentro de un territorio, es complicado, por lo que la soberanía de los Estados alza la voz y la Federación busca imponer su fuerza.
Espero que las decisiones de todos los mandatarios de los diferentes niveles de Gobierno den los resultados esperados. La historia nos irá diciendo con el tiempo, cuáles fueron acertadas y cuáles no.
FUERA DE JUEGO… Pobres son las personas que interpretan al dinero como sinónimo de sabiduría, conocimiento o verdad absoluta. Son tiempos de mostrar humildad, cada cabeza es un mundo.
RECOMENDACIÓN SEMANAL: Libro Hombre sin mujeres de Haruki Murakami, cuentos cortos sobre hombres que han sufrido por desamores de aquellas..