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El danzón de Máynez
Es difícil o imposible establecer una relación entre los alcances de un tema viral y los resultados de un candidato. Millones de usuarios de TikTok son menores de edad o personas que no piensan pararse en una casilla
Jorge Álvarez Máynez comenzó la campaña presidencial muy por detrás de sus rivales, tanto en los índices de popularidad como en el simple reconocimiento de su existencia entre los votantes. Tanto la aspirante oficialista, Claudia Sheinbaum, como la abanderada de la oposición, Xóchitl Gálvez, cuentan con trayectorias muchos más vistosas que la suya, y llevaban ya meses de recorrer el país y atraer los focos públicos cuando, casi de rebote, Movimiento Ciudadano, la tercera fuerza en disputa, se quedó sin candidato y Máynez se materializó en las boletas.
El gallo original de MC era el gobernador de Nuevo León, Samuel García, quien, acorralado por presiones locales, tuvo que regresar a su cargo unas horas después de anunciar que lo dejaba para lanzarse a la elección presidencial. García, ampliamente conocido por sus videos en redes, repletos de humor involuntario, y por la vocación de influencer de su esposa, Mariana Rodríguez, tuvo que estacionar, de momento, su sueño de ir "por la grande". Sobrevino un impasse, en el que la candidatura de MC le fue ofrecida, según varios testimonios, al excanciller morenista Marcelo Ebrard, quien terminó por rechazarla.
Fue entonces que, sacándoselo de la manga y ya en enero de este año, el partido tuvo que recurrir a Máynez. Esto no gustó a ciertos líderes emecistas, como el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien públicamente se distanció de la decisión de su partido. Una retirada nada menor en la familia, pues la versión jalisciense de MC es la que cuenta con más legisladores federales y un mayor poder a escala local entre los naranjas. El escenario al que tuvo que treparse Máynez, pues, no auguraba éxitos. Incluso se ha llegado a poner en duda que MC logre conservar su registro como partido nacional en las votaciones del próximo 2 de junio.
Tras el primer debate, en el que al menos logró no pasar inadvertido, Máynez ha porfiado en mejorar sus oportunidades. Ha hecho una serie de declaraciones que dan a entender que ya rebasó en las preferencias a Xóchitl Gálvez y que, por tanto, es el único rival de consideración para el oficialismo. Ha resistido guantazos como la difusión de una fotografía de hace dos decenios en que aparece, joven y reverente, junto al actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, al que apoyó durante el proceso de desafuero al que se le sometió cuando era jefe de gobierno de la Ciudad de México. Y ahora, según algunos, su popularidad podría estar creciendo, en especial entre los electores más jóvenes, aquellos que se pasan la vida en TikTok y redes similares de microvideos.
¿Por qué? Pues porque MC consiguió que se vuelva viral el jingle de campaña de Máynez, una pieza tan compleja que se limita a afirmar Máynez presidente, presidente Máynez con el fondo de un ritmito bailable. Circulan miles de videos musicalizados con el jingle, casi todos parodias. El chiste parece estribar en que todo mundo reconoce que es pegadizo hasta la obsesión. Ya hay incluso chicas japonesas usándolo. El propio candidato ha dado por arrancar sus actos de campaña con bailecitos acompasados por su tonada.
¿Bastará esto para que Máynez se convierta en un candidato con una votación histórica para MC? Suena francamente improbable. Es difícil o imposible establecer una relación entre los alcances de un tema viral y los resultados de un candidato. Millones de usuarios de TikTok son menores de edad o personas que no piensan pararse en una casilla. Falta más de un mes para las elecciones y eso, en tiempos de redes sociales, es una eternidad. Podemos tener la seguridad de que habrá nuevas modas antes de que ese lapso pase.
Sin embargo, quizá la estela alcance para que, en efecto, el registro se salve y Máynez logre un objetivo que, cuando aceptó la nominación, parecía lejano. En todo caso, su candidatura sigue siendo testimonial, pero da señales de vida. Lo cual, el oficialismo, al cual no quitará más votos que a la oposición, es seguro que agradece.