El costo y el freno a las amenazas de Trump

Las decisiones y acciones del presidente de los Estados Unidos de América (EUA), Donald J. Trump, y el frenesí por inscribirse en la historia de su país como uno de los mandatarios más relevantes, se asemejan a un toro que embiste ferozmente en un mundo ya aturdido por la reconfiguración del orden mundial tripolar.
¿Existe alguien que pueda contener ese ímpetu antes de que genere una devastación difícil de revertir?
La respuesta es sí y la serenidad que dome ese frenesí podría estar más cerca de lo que el propio presidente estadounidense imagina.
En el caso de México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha enfocado los esfuerzos de su gobierno en fortalecer el respeto al pueblo estadounidense y su presidente, dialogando con el gobierno vecino para persuadirlo de que la integración de nuestras naciones es la mejor estrategia ante los desafíos económicos que se erigen en Asia, al tiempo que se reafirma nuestra soberanía y se demuestra, con argumentos y sin balandronadas, que no somos un protectorado, una colonia ni su patio trasero. En los dos meses del mandato de Trump, la presidenta Sheinbaum ha sostenido cuatro llamadas telefónicas con él, todas con el propósito mencionado.
Como resultado de esa estrategia, el domingo pasado la Plaza de la Constitución fue el escenario de un evento festivo al que asistieron más de 350 mil personas y que encabezó la presidenta Sheinbaum, con motivo del acuerdo alcanzado con su homólogo, el presidente Trump, para suspender la entrada en vigor de los aranceles del 25% que se aplicarían a todos los productos exportados de México a ese país a partir del 4 de marzo.
Actualmente, gobiernos de todo el mundo analizan estrategias y tácticas para mitigar los efectos adversos que las decisiones del presidente Trump podrían generar en sus sociedades. La planificación de escenarios hipotéticos abarca desde la diplomacia, el diálogo y la negociación hasta, en el caso de países que históricamente se han posicionado, voluntaria o involuntariamente, como opositores a la hegemonía estadounidense, la posibilidad de un conflicto, incluyendo un enfrentamiento bélico.
A pesar de esas estrategias, el freno más efectivo a la embestida geopolítica que desatan las decisiones y amenazas del presidente Trump ha comenzado a activarse.
En los mercados financieros, los términos "bull" (toro) y "bear" (oso) describen tendencias del mercado, ya que representan la forma en que estos animales atacan. Un "Bull Market" indica un mercado alcista, con ganancias, mientras que un "Bear Market" señala un mercado bajista, con pérdidas.
Tras iniciar con una posición "Bull", optimista y alcista, las amenazas de aranceles han llevado a la administración Trump a una posición "Bear", marcada por pérdidas en los mercados financieros y creciente incertidumbre.
Por ejemplo, la amenaza de imposición de aranceles a México, Canadá y China, cuya entrada en vigor estaba prevista para la semana pasada, junto con una situación técnica desfavorable, parecen haber provocado que los mercados de EUA registraran su peor desempeño en seis meses. La fatiga arancelaria generada por estas amenazas se sumó a la desaceleración del mercado laboral, a la caída en los índices de compras del sector manufacturero y al debilitamiento de la capacidad económica de los consumidores.
Los sectores más afectados en EUA la semana pasada fueron el financiero, debido a la menor demanda de créditos y al temor de impago. También el sector de bienes de consumo básico y el energético, afectados por las tensiones con Canadá, contribuyeron al clima de incertidumbre que comienza a extenderse en los mercados.
El impacto de estos factores ha sido tal que NVIDIA ha perdido, en lo que va de 2025, un billón de dólares, equivalente a 20 billones de pesos (un 20 seguido de doce ceros). Tesla, la empresa de Elon Musk y líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), una comisión asesora presidencial de los Estados Unidos ha perdido 700 mil millones de dólares, es decir, 14 billones de pesos. Para dimensionar esta pérdida, basta recordar que en México el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2025 asciende a 9 billones de pesos, 5 billones menos de lo que ha perdido Tesla en lo que va del año.
Cuando el presidente Trump anunció los aranceles a México, Canadá y China, los principales índices bursátiles de EUA, el S&P 500, que mide el desempeño de las 500 empresas más grandes del país; el Dow Jones, y el Nasdaq, que refleja la evolución de las empresas tecnológicas, cayeron entre un 1.5% y un 2.6% en un solo día.
La caída de los mercados estadounidenses y las pérdidas millonarias que están acumulando serán el freno de las políticas volátiles de Trump.
Los principales aliados de Trump, quienes financiaron su campaña con millones de dólares, han comenzado a sentir en carne propia el peso de las pérdidas. Su base electoral, hasta ahora incondicional, también empieza a resentir el golpe económico de sus decisiones, incluso en temas como la migración.
El pragmatismo de Trump lo obligará a cambiar el rumbo. La presión de los mercados y de sus propios aliados lo forzará a moderar su discurso y reconsiderar sus estrategias. Mientras tanto, el tiempo sigue demostrando que el liderazgo sereno y firme de nuestra presidenta es el camino correcto. Cabeza fría y paciencia.
Aún resuena el mensaje que la presidenta Claudia Sheinbaum lanzó desde el Zócalo capitalino al pueblo estadounidense: "No tenemos ni tendremos intención alguna de perjudicarlo y que estamos resueltos a colaborar con él en todos los ámbitos".