Doctor Eliseo Tavares Torres

Fue un especialista en alergias, acreditado por la Universidad Autónoma de Nuevo León y el Hospital Universitario. 

Nació un 5 de julio de 1953, en la ciudad de Río Bravo, Tamaulipas. Fue hijo del señor Eliseo Tavares López y la señora Esperanza Luz Torres Iturbe. 

Tuvo 13 hermanos: Mauro Tavares Díaz (+), Sandra, Carolina, Heraclio, Henoc y Sergio Tavares Torres; Irma, Carlos, Bernardo (+), Iliana y Elías Tavares Leal; Oscar Octavio y Daniel Moguel Torres.

Realizó sus primeros estudios en la escuela primaria Miguel Hidalgo, siempre con calificaciones sobresalientes; y la secundaria, en la Escuela Federal Número 1 Alfredo del Mazo, Donde también sobresalió por sus excelentes calificaciones y su gran desempeño académico.

Desde niño le gustó ayudar en el rancho a su papá en las labores del campo: en el riego de las parcelas, manejando el tractor, cuidando el ganado, ordeñando vacas o levantando la cosecha. Su gran sueño era ser un extraordinario doctor.

Tenía una gran pasión y gustó por el deporte: como el ciclismo y las competencias de carreras. En la primaria competía en los juegos de trompo, yoyo y balero; en todo lo que estuviera relacionado a la práctica del deporte. Siempre fue muy competitivo y triunfador.

Años más tarde, se trasladó a la ciudad de Monterrey, Nuevo León, para radicar allí y estudiar la preparatoria en la Universidad Regiomontana. Ingresando después a la Universidad Autónoma de Nuevo León, en la carrera de Médico Cirujano Partero, ya que la medicina había sido su elección (motivado por sus familiares y amigos), pero principalmente por la admiración que sentía por tres de sus tíos: uno de ellos especialista en Cirugía, Medicina Interna y Cardiología; a quienes observó realizar su trabajo y así le fue creciendo cada vez más ese gusto por la preparación académica, para convertirse en médico también. Cabe señalar, que de dicha casa de estudios egresó con calidad de distinguido.

Radicando en la ciudad de Monterrey, conoció a su novia, la señorita María de Lourdes Sánchez; con la que, después de un muy feliz noviazgo, finalmente deciden casarse el 14 de agosto de 1982 procreando 4 hijas: Karla, Stephanie, Lourdes y Aimee Tavares Sánchez.

La vida tranquila que se vivía en una ciudad como Río Bravo (por ser una localidad en la que el contacto con la naturaleza era casi inevitable), le permitió al doctor Tavares, atraer su atención hacia la especialidad de las alergias: ya que muchas personas, debido a este padecimiento, no podían tener un contacto cercano con el campo, con las flores, y todo lo que rodeaba este oxígeno maravilloso. 

Al realizar su servicio social, conoció al Dr. Carlos Canseco, quien fue fundador del Colegio Mexicano de Alergia, Asma e Inmunología. Así, el doctor Tavares descubrió en esta figura, a una persona sumamente comprometida con la tarea a la que se había responsabilizado, a una persona de altas expectativas, y que había llevado ya el nombre de México muy alto, a nivel científico. La amistad y la admiración se hicieron latentes, hasta llegar a ser un gran ejemplo para el Dr. Tavares. Y decide ingresar al Hospital Universitario, para recibir el entrenamiento y la capacitación requerida, para prepararse como Especialista en Alergias.

El doctor Tavares, explicaba la alergia como una respuesta de defensa exagerada del organismo; cuando el mismo, entraba en contacto con determinadas sustancias provenientes del exterior, y que este organismo identificaba como “agresivas”. Estos elementos, capaces de provocar una reacción alérgica se conocieron como: sustancias alergénicas o alérgenos. 

El Dr. Tavares tenía varias aficiones, una de ellas y la más importante era que le encantaba el racquetball, juego que practicó por varios años en la ciudad de McAllen, Texas. Así también, era muy aficionado al juego de beisbol su equipo favorito eran los Broncos de Reynosa, acudía muy seguido para verlos jugar, fue fan y seguidor también del equipo de futbol, los Rayados de Monterrey a quienes admiraba mucho.

Una de sus cualidades, fue la del optimismo; ya que aseguró que él atraía el éxito. Esa particularidad lo hizo sentirse en plenitud, en virtud de que amó su trabajo y lo disfrutó enormemente: para él, no hubo imposibles, debido a que todo lo que intentó, lo logró; fue un hombre quien luchó y realizó todos sus propósitos y en consecuencia, el éxito en su vida personal y profesional.

un hombre de grandes, de muy grandes sueños que logró saborear las mieles del éxito a plenitud, Desafortunadamente falleció el 21 de septiembre del 2020.