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Demos gracias por todo
"Otro año más queda atrás; evaluemos lo que pasó. ¿Puedo mejorar, puedo progresar este año que ya comenzó?", reza en su primera estrofa el himno 142 del himnario de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días, a la que asisto. Y quise iniciar este espacio, en este primer día de 2025 para dar gracias a mi Padre Celestial por las bendiciones recibidas en el año que ya pasó.
Mi familia, mis amigos y seguramente mis lectores saben que 2024 a causa de una insuficiencia cardiaca que padezco desde hace varios años, en el año que acaba de terminar tuve serios problemas de salud los cuales me pusieron al borde de la muerte, pero con la bendición de Dios, utilizando ángeles vestidos de médicos y enfermeras en el hospital regional de zona del Instituto Mexicano del Seguro Social # 15 de esta ciudad, libre la batalla.
También todos estamos conscientes de que el año que ayer concluyó fue difícil en materia económica, pero también tuvimos grandes bendiciones como el haber una buena oferta de empleos.
Hubo, y no creo exista alguien que lo dude, adversidades, pero también bendiciones, como yo le llamo a las cosas buenas que ocurrieron.
Por todo ello, como lo señala la Sagrada Biblia en el libro 1 Tesalonicenses 5:18, Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Y es que si hay un versículo de la Biblia que siempre me deja pensando es este, simplemente porque el hecho de dar gracias en todo resulta un tanto difícil, y es que la palabra TODO abarca lo bueno y lo malo, lo que nos hace felices, pero también lo que no.
Y es cierto, es tan fácil agradecer cuando nos pasa algo bueno, cuando todo son buenas noticias y todo es positivo, pero cuando nos llega un momento difícil lo primero que queremos hacer es salir corriendo y evitar a como dé lugar la situación, esto es lo más normal del mundo, pues a nadie le gusta que le pasen cosas malas ni mucho menos atravesar por momentos de tristeza, pero es verdaderamente necesario que a veces experimentemos tanto cosas buenas como también las malas, porque en la alegría nuestro corazón se goza, pero en la tristeza crece nuestra comunicación con Dios y se fortalece nuestra fe.
Se dice fácil, pero en realidad es tan difícil cumplir con esta voluntad de Dios que lo único que podemos hacer es pedirle ayuda para poder cumplir su deseo aún en los momentos duros de la vida.
En estos días, ya casi al final del año, la mayoría de las personas habla sobre los propósitos que cumplió este año y las metas que se fijará para el próximo, pero ¿Qué hay de los propósitos no cumplidos?, ¿Qué pasa con las cosas que no conseguimos lograr?
A lo largo de un año, como dice MAITE LEIJA, autora de un artículo que se publica en la página Destellos de su Gloria, pasan tantas cosas, las agradables y positivas normalmente se las agradecemos a Dios de inmediato y nos sentimos tan contentos que para nada es difícil agradecerle tantas veces como nos es posible, pero dejamos de lado "lo malo" y ese tema no queremos ni tocarlo, olvidando que" todo nos ayuda para bien" y es que Dios en ningún momento haría o dejaría que pasara algo que nos dañe, a pesar que muchas veces no podemos evitar pensar por qué permitirá que pasen ciertas cosas y no podemos entender en el momento el propósito, ni la enseñanza que nos dejará, pero si de algo estoy seguro es que siempre serán por nuestro bien.
Dios ha estado con nosotros de enero a diciembre, las 24 horas del día, en las alegrías y aún más en las tristezas, en el instante en que una persona que llegó a nuestra vida y en cada uno de las que vimos partir, en los triunfos y en los sentimientos de derrota, viendo cada una de las sonrisas y secando cada una de nuestras lágrimas, ¿Por qué no agradecerle cada uno de esos momentos?
Sin lugar a duda en todo tiempo Dios ha estado a nuestro lado, fiel como siempre, incondicionalmente, con los brazos abiertos nos rodeó con alegría, los mimos que nos dieron ese cálido abrazo en las difíciles circunstancias, mostrándonos que no todo lo negativo es malo, sino que hay cosas que simplemente no nos fueron convenientes o no eran tan buenas como pensábamos en su momento.
"Gracias Dios porque en todo tiempo nos permitiste sentir tu compañía sin importar cuál fue la circunstancia, buena o mala permaneciste cerca, gracias por las personas que trajiste a nuestra vida, y gracias por las que te llevaste de nuestro lado, gracias por cada alegría y gracias también porque en la tristeza tu amor sanó nuestro corazón, gracias por llevarnos de la mano en cada victoria y mostrarnos el camino en medio de la frustración, gracias por los momentos duros que han fortalecido nuestro espíritu al mismo tiempo que has mostrado cuán grande es tu misericordia, gracias por la riqueza y gracias por que en la necesidad sabemos que contamos contigo, gracias por cada sueño cumplido, gracias por los que aún están en proceso de realizarse y más aún gracias por los que no se cumplieron pues tenías cosas mejores para nosotros, gracias por que por cada porción que te pedimos siempre tienes el doble que darnos, gracias de corazón, gracias en todo y por todo", anota MAITE LEIJA.
Y en vísperas del fin de año, el arzobispo JORGE ALBERTO CAVAZOS ARIZPE comunicó un mensaje de reflexión y esperanza a la comunidad católica, invitándolos a compartir momentos de alegría y unión con sus seres queridos.
Sugirió que las metas para este nuevo año deben ser ambiciosas y trascender lo material.
Deberían estar enfocadas en cultivar la fe, la bondad y la conexión con los demás en la familia, el trabajo y la sociedad, tratando de buscar un crecimiento personal y espiritual que vaya más allá de las metas superficiales y se centre en lo que verdaderamente importa.
"Propónganse algo fuerte en la fe, en la familia, en el trabajo, como persona podemos aprovechar muchas oportunidades culturales de vivir y aprender", dijo.
"También aprovechar oportunidades de caridad, para que experimenten lo bonito que es llevar a niños enfermos con cáncer, lo que es llevarles algún juguete o unas palabras o a los que se les ha olvidado visitar a algún familiar enfermo" enfatizó.
Por mi parte, les deseo a todos un muy feliz año 2025.
Y por hoy, BASTA.
gilberto.banda@hotmail.com
gilberto.banda@elmanana.com