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De Villarreal Guerra a Villarreal Anaya
El humanismo es un tema serio y se escribe con la palabra Villarreal. Anécdota: como reportero, funcionario del PRI o como administrador público, en la capital de Tamaulipas, siempre tuve la circunstancia y fortuna de coincidir en sitios públicos con el exgobernador Américo Villarreal Guerra.
Estoy seguro de que no faltaré a la verdad, cuando la mejor anécdota que lo describe, en alta humildad, fue cuando por segundos pasé primero a la Caja en Gran D de Campestre.
Educado en el PRI, por supuesto que le pedí que pasara primero. "Pase Mi Gobernador", expresé en automático, pero el ingeniero también no dudó: "Todos somos iguales, además, sirve que platicamos en la fila". Vaya calidad en el trato.
El diálogo será tema de mis memorias, que ya se acumulan entre los cajones del hipocampo; el punto es que siempre fue amable con una cortesía a toda prueba, que estoy seguro que lo que sobran son historias mejores que mis breves encuentros.
Por eso mismo, ahora, con el mandato del Dr. Américo Villarreal Anaya, nadie dudó que lo que bien se aprende en casa sería igualmente su sello; el respeto, el humanismo del jefe del ejecutivo.
Con el Dr. siempre ha sido igual, le entrevistamos varias veces en su campaña 2022, y ya sea por Internet o en su momento, en Azteca Tamaulipas, siempre con un trato impecable que hacía la diferencia y seguramente muchos colegas coincidirán.
Sin embargo, por supuesto que él no se puede clonar con todos sus funcionarios; qué más quisiéramos para ver su carácter en todas partes y que su amabilidad y respeto se mueva en cada sitio del gobierno.
Ni hablar, así omitiré nombres que son evidentes, no obstante, el ejemplo base de este comentario se dio al interior, primero con lo que pasó en el sepelio de la señora madre de mi amigo Lupe Díaz (Omar), hermano de Eréndira y luego -retomado- en el funeral de nuestro gran colega, Lupe Díaz Martínez, QEPD.
Y es que, como nos trascendió, la señora Eréndira sufrió no solo la pérdida de su madre, sino que pareció increíble que sus jefes, del Banco de Sangre donde trabaja, le obstaculizaran la salida a Brownsville, para acompañar en su despedida al ser que le dio la vida.
El pretexto, aun en este momento de dolor, era que, primero, tenía que entregar un documento oficial, el acta de defunción, para acreditar un permiso económico. Vaya insensibilidad, especialmente porque los protocolos legales en Texas y muchas partes de los Estados Unidos no son tan expeditos como sucede en México.
El asunto es, ¿qué pasa con algunos, que llegan y piensan que las oficinas son sus empresas privadas, como el Banco de Sangre? Y claro que tienen en la cabeza algunos innombrables colaboradores de media tabla de la administración.
No es justo, no es correcto, no es moral, no es humanista que ante temas tan terribles como la pérdida de un ser querido lo que se reciba, en los mandos medios, sea la ausencia total de empatía y que agreguen una dosis del dolor a los dolientes compañeros en el gobierno.
Insisto: ¿Qué decir de casos así, en un Tamaulipas donde el humanismo es tema serio y se escribe con la palabra Villarreal? No todos jalan al parejo y algunos, en su insensibilidad, lastiman al proyecto AVA.
Posdata: En contexto, están varios casos de pre-
sidentes electos que aún piensan que ganaron por su bello rostro, y no es así, porque las evidencias son que los votos que superaron el millón tienen que ver tres áreas de operación: Los votos de la Cuarta Transformación, de Morena y de Andrés Manuel López Obrador; segundo, los sufragios de la candidata al Gobierno federal, la Presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo y su trabajo que, en autos electorales, está reflejado con 35 millones de votos para su proyecto progresista en la segunda etapa.
Y tercero, los votos de los gobiernos estatales, donde, en este caso, el gobierno y trabajo humanista del Dr. Américo Villarreal Anaya superó en 300 mil la meta del propio gobernador en menos de dos años.
De 731 mil a más de un millón de méritos, donde seguramente hay alcaldes y campañas que son de altísimo mérito, sin embargo, no todos.
Ya pronto habrá nombres, pero cuidado con los que se engañan, pensando que son supra alcaldes, cuando no llegan a ser lo que son, "bajitos".
Nostra Política: "Nadie puede librar a los hombres del dolor, pero le será perdonado a aquel que haga renacer en ellos el valor para soportarlo". Selma Lagerlöf.
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