Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA

De adicto a adicto

Las fuerzas destructivas de tu propia vida

Me queda muy claro, que uno atrae lo bueno o lo malo

Licha, mi madre, tenía una vecina  mayor que ella, recuerdo, que era inoportuna, llegaba a la hora de la comida o de la cena, hablaba mal de medio mundo, con todos tenía vela en el entierro, criticona, metiche, mala vibra, con comentarios muy desagradables, por ejemplo, si mi mama estaba pintando la cocina, ella externaba su punto de vista, sobre los colores, los trazos y los costos del pintor, no daba oportunidad de que otros opináramos, preguntaba, y preguntaba de la inmutabilidad del cangrejo, se metía en lo que no le importaba, recuerdo, que nos amargaba la hora de nuestros sagrados alimentos, mala vibra hasta las cachas, ya cuando por fin se iba, nosotros, mi abuela, doña Aurora, mi madre y mis hermanos, nos comportábamos muy neuróticos, mal y de malas, ella, la vecina, destilaba su veneno y nos contaminaba, radiaba envidia, mi madre era muy guapa, con un gran porte y una personalidad fuera de serie, la doctora Ruelas, le criticaba, que si el peinado, los zapatos, el vestido, los accesorios, la atacaba con sus comentarios ni al caso, triste es la vida, pero ella vivió sus últimos años en la soledad, la frustración, decepción y sin duda en una depresión muy prolongada, nada que ver con la vida que vivió mama Licha.

De adicto a adicto

El síndrome de la borrachera seca

Yo lo viví.- Muchos de los alcohólicos en recuperación y personas en general, andan mal y de malas, los carcome la envidia, no permiten el éxito de otros, son severos críticos, chismosos, intrigados, levanta falsos, sabiondos de todo opinan en todo se meten, ven la espiga en el ojo ajeno, pero no ven la viga en el propio, son los que siembran de cizaña, destilan venenos, les encanta desprestigiar, hablar mal cobardemente a espaldas de alguien, manejando mentiras como si fueran verdades, son hipócritas, aparentan ser lo que no son, por supuesto, son farol de la calle y obscuridad de sus casos, tipos, tipas negativos, mal nacidos son los que contaminan la atmósfera emocional negativa, no están satisfechos con nada, se hacen pasar por víctimas, cuando en verdad, ellos, ellas, son los victimarios, no tienen paciencia, ni decencia, mucho menos respeto, el nivel de neurosis, los hace mecha corta, explosivos, agresivos, por desgracia estos patrones de conducta son palpables en gente perfeccionista, narcisistas, metiches que no tienen paz interna, la envidia que es un puro veneno del alma, no les permite la humildad, ni la paz interna, son los que van a misa a criticar, a darle vuelo a la lujuria, por ello  se gestan las fuerzas emocionales destructivas en infinidad de lugares, el que siembra vientos, cosecha tempestades, el que mal obra, mal acaba, no hay una liberación emocional, ni crecimiento espiritual para este tipo de seres amargados, frustrados y resentidos con la vida, que ellos mismos se han trazado, por ello, recuerda siempre, una sonrisa por dentro y otra por fuera.