Auténticos herederos

Después de cinco años, Zoé regresa con "Aztlan" (2018), su sexto álbum de estudio, un trabajo discográfico que según Leon Larregui, líder y vocalista de la banda, es una especie de "conexión" con nuestros siempre relativos ancestros. Por ello el titulo del mismo, que hace referencia al místico origen de los mexicas pero que al mismo tiempo busca aterrizar en la problemática nacional, siempre tan convulsa. No por nada Joseph Schlarman nombró a su libro de historia de nuestro país: "Mexico, tierra de volcanes". En la actualidad, como en el pasado, las comunidades han migrado hacia un lugar donde existan mayores y mejores oportunidades. Antes fue un lago que era testigo de un águila devorando una serpiente, ahora, una tierra de barras, estrellas y muros. "Aztlan" es un disco que busca combinar el mensaje denso existencial y cósmico de amor y desamor que siempre ha caracterizado al grupo, con un llamado a la conciencia social, a la reflexión crítica y al cambio. Por ello, independiente que su sonido es un "back to basics", por supuesto que  asoma una evolución (tal vez también por el hecho que tanto Ángel Mosqueda, bajista, y Jesús Báez, tecladista, tuvieron más participación en el proceso creativo). Todo el recorrido mantiene la misma esencia, ese estilo de rock-psicodélico tan de ellos que no demerita en lo absoluto y que acaso cambiará ligeramente por la intensidad de cada canción . Me parece que puedes escuchar y disfrutar este "opus" como un todo conceptual o de manera individual con cada tema, lo que deja en relieve que estamos ante una producción que goza de un magnetismo muy particular, de gran nivel cualitativo (a excepción de su terrible portada) y que constata que Zoé es una banda de alto calibre y uno de los herederos de los Caifanes como representantes del mejor rock de lo que podríamos llamar Mexiaztlan. 

Título del Disco: "Aztlan" (2018)

Artista: Zoé 

Temas destacados: "Clarividad", "Temor y Temblor" y "No Hay Mal que no Dure"

Calificación: 8.0 de 10 Excelente.