Aún no pasa lo peor...

Este miércoles, en la ciudad de México, Morena hará el anuncio oficial de quien será su candidato a la gubernatura de Tamaulipas. Y aunque hubo muchas encuestas que uno y otro de los aspirantes mostraron, la que vale y cuenta, es la del partido y la que palomeó por supuesto, el Presidente López Obrador. De tal manera que el elegido, será el favorito del partido y del Presidente, y lo que se diga, o lo que se dijo, hoy sale sobrando y debe quedar para la anécdota, así como han sido los demás destapes priistas y panistas del pasado.

Fue un proceso interno, sui géneris, en donde se rompieron todas las reglas de urbanidad política, donde predominaron los ataques y descalificaciones entre todos los aspirantes; cosa normal en en estos tiempos, con la diferencia que en Morena, los golpes entre los mismos, son casi a matar. 

Después de lo que hemos visto, algunos afirman que la elección constitucional será menos intensa, cosa que dudamos, porque es mucho lo que está en juego.

Esta contienda interna en Morena que hoy llega a su final, hay qué decirlo, tuvo particularidades que deben señalarse, como la obsesión y ofuscación de algunos aspirantes por obtener la candidatura, usando la arena de las redes sociales y de la prensa misma para denostar y desacreditar a los adversarios. Incluso, se pudo ver cómo un sector de los medios se apasionó tanto que hizo suyas de manera oficiosa algunas precandidaturas, perdiendo la objetividad que exige la tarea periodística. Bien vale un análisis aparte el rol de la prensa en esta etapa que acaba o empieza hoy.

¿Qué es lo que viene para Morena, a partir de este día?. 

Quien resulte elegido (está ya decidido que será hombre el candidato) tiene que darle vuelta a esta página y empezar a construir la gran unidad que en el partido de la Cuarta Transformación se necesita. Pero también se va a requerir que los 37 que se inscribieron como aspirantes y los 7 que fueron considerados en la Encuesta final, asuman el compromiso de sumarse a la causa y hacer a un lado prejuicios surgidos en la contienda. Los números y los pronósticos son contundentes sobre lo que va a pasar en el 2022, donde Morena es el gran favorito, pero se puede caer todo sino hay madurez en el resultado que Mario Delgado les comunique a los aspirantes.

Aparte de la unidad que se reclama y se exige hoy en Morena, se necesita el apoyo decidido de la Federación para enfrentar a un gobierno de Acción Nacional, que a pesar de lo que se diga, no se va a cruzar de brazos, ni va a permitir que la ola guinda los arrastre y los saque del poder.

La elección interna que acaba de tener Morena, y que dejó muchos agravios, debe ser la mejor enseñanza para enfrentar lo que viene. Si quieren ganar, hay que empezar sentar desde ahora las bases de la victoria. Pensar y creer que con la marca se gana, estarían cometiendo el más grave de los errores. Lo peor de esta lucha, apenas comienza.