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¡Abrazos no balazos! III

  • Por: ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
  • 14 JULIO 2021
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¡Abrazos no balazos! III

Las conductas tóxicas del mexicano

Somos impuntuales, llegamos tarde todo el tiempo y a todos lados, nos justificamos con mil mentiras, la mayoría, hablamos con groserías y vulgaridades, no le tenemos respeto a la palabra, ni a nosotros mismo, corrompemos, preferimos dar la tradicional mordida que ir a pagar una multa por la infracción cometida, carecemos de orden, no tenemos el habito de vivir la vida con orden, improvisamos constantemente, no existe en muchos de nosotros la cultura del ahorro, no fomentamos una inteligencia financiera, así como ganamos el dinero, lo gastamos, como si el dinero nos quemara las manos,  predomina, la pereza, el conformismo, la falta de identidad nacional, el amor a la patria, no predicamos con el ejemplo para los niños, fumamos, nos embriagamos y nos peleamos delante de ellos, les damos catedra de neurosis, cada día nos alejamos de la familia, nos aferramos a un mundo material y egoísta, no nos capacitamos para ser padres, ni fomentamos una cultura de prevención de las adicciones y de las tendencias a las conductas toxicas, nuestros hijos saben más de divorcios que lo que en verdad es un matrimonio, a ellos, desde recién nacidos los acostumbramos a las nanas electrónicas, a la televisión, los video juegos y el primer regalo que les dimos fue un celular y nos llenaba de gusto verlos todo el día prendidos del aparato, sin tener cuidado de los contenidos que consumían, descuidamos a estas criaturas, los empinamos a ese mar de corrupción y de descomposición social, les dimos armas de juguetes, fomentamos la violencia, aplaudimos las mentiras, las rebeldías y berrinches, hicimos niños, caime mal con una clara predisposición al alcoholismo y  las drogas, muchos de nuestros hijos, también se han divorciado y vuelto a casar, una o dos veces, porque no hubo una guía del respeto, ni lo que es una vida compartida y en pareja, sobre todo, hemos carecido de educación de valores, la ética y las buenas costumbres pasar de frente, ahora, pagamos las consecuencias con este México en llamas cuya problemática no se va a solucionar por decreto ni por leyes más severas, este es un problema de conciencia, de que cada quien asuma su responsabilidad y apique nuevos códigos en su diario vivir, vaya, predicar con el ejemplo, dejemos a un lado las conductas toxicas y seamos, solo por hoy, mejores personas.

Las drogas alteran las estabilidades mentales

Somos un pueblo con una genética alcohólica que viene de nuestros antepasados, abuelos y padres alcohólicos, tenemos una herencia neurótica, somos soberbios por naturaleza, enfermos emocionales que no sabemos manejar nuestros temperamentos, mecha corta, explosivos, crecimos en hogares disfuncionales y nos relacionamos con amistades toxicas, aprendimos de ellos, al reconocer el origen y el daño emocional que padecemos, nos podemos acercar a la solución, evitar, en un principio, impulsar las conductas toxicas, buscar las actividades recreativas y deportivas, cultivar el intelecto y cambiar radicalmente los patrones de conducta que ejercemos día a día, seamos respetosos de nosotros mismos y de los demás, que la cordialidad nos distinga, seamos  atentos, amables, amigables, no tenemos ningún derecho de tratar mal a nadie, demos la mano, como deseamos que nos la den a nosotros, hablemos sin groserías, sin vulgaridades, que nuestra palabra tenga elegancia, honor y amor, seamos responsables de nuestros actos, fomentemos una cultura alcohólica que nos enseñe a tomar, no a emborracharnos, enseñémonos a escuchar con los ojos, brindemos atención y respeto a las personas que nos hablan, hagamos con alegría y amor nuestras actividades, impusimos el servicio a los demás, a la comunidad, hagamos deporte, convivamos en familia, dejemos la basura electrónica a un lado, demos lo mejor de nosotros mismo a nuestros niños, no perdamos el rumbo, ni nos alejemos de Dios, que quede bien claro, que ha grandes males, grandes remedios, que México necesita cambiar, la gente necesita cambiar, el gobierno debe de cambiar, la sociedad tiene que cambiar, empezando por mí. Hagamos un plan a 25 años, corrijamos el rumbo, cambiemos la disfuncionalidad de la familia y que cada quien aporte su granito de arena, ataquemos el terrorismo con inteligencia, pongamos fin  a la ingobernabilidad, erradiquemos la corrupción desde los actos más simples como el dar sobornos o comprar conciencias, claro que se puede si en verdad se quiere, por tu atención, muchas gracias, ernestosalayandia@gmail.com 614 256 85 20.- La solución, somos todos, el problema, es de todos.- https://www.youtube.com/watch?v=CFtWizIYEwo – Gracias por compartir.-

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