'Veníamos del 68, Allende nos tocó muy fuerte'
Las puertas de la Residencia de México en Chile se abrieron nuevamente este domingo, ahora para conmemorar los vínculos entre ambas naciones
- SANTIAGO DE CHILE
Es el inmueble que en 1973 acogió a medio centenar de chilenos que huían del golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende, y a donde hoy acudió el Presidente Andrés Manuel López Obrador acompañado por el Mandatario chileno, Gabriel Boric.
La Canciller Alicia Bárcena, vinculada profesional y personalmente a Chile, recordó que la generación de 1968 en México se vio marcada por este episodio.
"¿Ustedes dirán por qué Allende es tan importante para México? Cuando Allende llegó en 1972 nos marcó para siempre porque México venía saliendo del movimiento de 1968 y del Corpus Christi (de 1971).
"Y habíamos jóvenes que pensábamos que era necesario que hubiera más democracia y más apertura, entonces nos tocó muy fuerte Allende a las mexicanas y a los mexicanos", destacó Bárcena.
La Canciller, quien antes de este encargo fue Embajadora de México en Chile, entregó al presidente chileno Gabriel Boric una copia de la libreta de Gonzalo Martínez Corbalá --el Embajador mexicano, que se convirtió en el salvoconducto para cientos de chilenos--, en la que los primeros exiliados escribieron su agradecimiento a México. La original, dijo, será entregada a la familia del ex Embajador.
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En esta residencia, la senadora Isabel Allende Bussi, hija del ex presidente Salvador Allende, recibió la orden del Águila Azteca, en grado de insignia, por su labor para restaurar la democracia en el País.
El presidente Allende recibió esta misma condecoración en 1972, en grado de collar, por lo que en la ceremonia de hoy su familia recibió una reposición de dicha presea.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, conoció este día la Residencia de México en Chile, que tenía presente por los relatos de exiliados y dijo que la imaginaba como un espacio con personas hacinadas en espera de dejar el país ante el golpe de Estado.
En su mensaje, reprochó que haya quienes intenten responsabilizar a Allende de la ruptura de la democracia en Chile y que acusen a su gobierno de polarizar al evocar la memoria del presidente Allende.
"Hoy en día hay revisionistas que pretenden cuestionar la calidad de demócrata del presidente Salvador Allende, hoy en la mañana en un acto de uno de los partidos de derecha se responsabilizaba a Allende del quiebre de la democracia. Esa responsabilidad recae en quienes azuzaron y en quienes materialmente ejecutaron el bombardeo al Palacio de la Moneda y de quienes desde ese mismo día asesinaron, mataron y torturaron.
"Por decir esto, hay quienes nos acusan de polarización, de instigar la polarización, como si fuera posible convertir, a partir de una revisión histórica, a las víctimas en victimarios, y yo les digo que para eso no estamos disponibles. Podrá haber mucha discusión respecto a los procesos políticos y a los errores, pero en democracia siempre hay alternativas a la violencia y ese día hubo quienes optaron por romper con la democracia y no fue el presidente Salvador Allende, quien la defendió hasta el final", destacó Boric.
En su mensaje, que escribió "para no improvisar por los sentimientos que se producen en un acto como éste", el Presidente Andrés Manuel López Obrador destacó la vocación mexicana de brindar asilo a quienes huían de totalitarismos en distintas naciones.
Y así como lo hizo en el Palacio de la Moneda unos minutos antes, el Mandatario mexicano destacó la lección que aprendió de Salvador Allende: que una transformación debe ir acompañada de un cambio de mentalidad de los gobernados, una situación que en su gestión denomina "revolución de las conciencias".
"En mis tiempos de universitario tuve profesores exiliados en México, fue una época fecunda en las ciencias sociales, pero dolorosa por el totalitarismo en nuestra América. Fue un tiempo de reflexión y análisis, en esos momentos, en esos tiempos, surgió nuestra convicción a favor de la transformación por la vía pacífica y electoral, con el ejemplo inigualable del presidente Allende.
"Allende fue quien abrió el camino para llevar a cabo transformaciones por la vía pacífica y por la vía electoral. Desde entonces y con todo respeto a los partidarios de la transformación por la vía armada, nosotros siguiendo las enseñanzas del presidente Allende apostamos a que con la toma de conciencia de amplios sectores de la población es posible echar a andar y hacer realidad la transformación que requieren los pueblos de manera pacífica con menos sacrificios y, posiblemente, con mayor profundidad", dijo López Obrador.
Ante miembros de la familia Allende y de chilenos que estuvieron exiliados en México, el Mandatario mexicano recordó que fue un ex cercano colaborador de Salvador Allende, Jaime Suárez Bastidas, ministro del Interior en aquel entonces, la frase que hoy emplea para referirse a sus adversarios políticos.
"Y todavía no salgo de mi asombro cuando Jaime Suárez Bastidas, quien fue secretario del presidente Allende, en una de las largas pláticas que sostuvimos en la Ciudad de México, me recordó, por primera vez un chileno, la frase del presidente Juárez, según la cual 'el triunfo de la reacción es moralmente imposible'", expresó el Mandatario.
En el acto también se presentó el libro "Fraternidad entre naciones", que, dijo la Canciller Alicia Bárcena, fue coordinado por Beatriz Gutiérrez Müller y Gabriela Pulido, coordinadora de Memoria Histórica y Cultural de México.
Los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Boric coincidirán nuevamente en la cena donde se dará una recepción formal a los mandatarios que acuden a Santiago de Chile para conmemorar el golpe de Estado en contra de Salvador Allende.