Narra jueza tortura por parte de Policía: 'temo por mi vida'
"Estoy con mucho temor, estoy enfrentando fuerzas muy poderosas, temo por mi vida y por la de mis hijos, pero debo dar la cara por mis compañeros jueces que se sienten amedrentados", contó.
Temerosa por su vida, la jueza Angélica Sánchez Hernández relató que a pesar de haber sido víctima de tortura por parte de policías que la detuvieron de forma arbitraria el pasado 5 de junio, al salir de su casa en Xalapa, Veracruz, continúa luchando por sus colegas.
"Estoy con mucho temor, estoy enfrentando fuerzas muy poderosas, temo por mi vida y por la de mis hijos, pero debo dar la cara por mis compañeros jueces que se sienten amedrentados", contó.
A Sánchez Hernández el Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez la acusó de corrupción por dictar acto de no vinculación a proceso a Itiel Palacios García, alias "El Compa Playa", presunto líder del CJNG en los límites de Veracruz y Oaxaca, detenido en noviembre de 2019.
Tras ser liberada el 7 de junio, la jueza narró a REFORMA que para detenerla y acreditar prisión preventiva -por presuntamente agredir con arma de fuego a policías estatales y poseer drogas- la obligaron a disparar una pistola e introdujeron sustancias ilícitas en sus pertenencias.
De acuerdo con la jueza veracruzana, la intimidación en su contra comenzó el sábado 4 de junio, cuando Rechaza investigar caso Gobernador de Veracruz le comunicó a la Presidenta del Poder Judicial de Veracruz (PJEV), Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, el cumplimiento de un amparo federal en el caso de "El Compa Playa", quien se encontraba recluido en Ramos Arispe, Coahuila.
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"Cuando le comuniqué lo que había dictado se puso furiosa (la Presidenta del PJEV) y me dijo '¿Por qué no me avisaste lo que ibas a resolver?', así gritándome.
"Yo le dije 'discúlpeme, no tengo por qué avisarle, yo voy a responder ante la autoridad federal y no voy a inventar datos de prueba que no existen', y sólo me dijo 'atente a las consecuencias' y las vi desde el domingo", apuntó.
Luego de conversar con Jiménez Aguirre, la Jueza se percató que policías ministeriales y estatales comenzaron a dar rondines por su casa, y un día después fue detenida con violencia al salir de su domicilio a bordo de su vehículo.
"No tenían orden de aprehensión, la treta era hacerme una detención en flagrancia, para eso usaron a Seguridad Pública, que se me atravesaron con sus patrullas, me bajaron a jalones de mi vehículo, no tenía ni dos minutos de haber salido de mi casa", aseveró.
Ya en el cuartel de San José, ubicado en el centro de Xalapa, la jueza dijo que fue llevada a una especie de patio donde, tomando su mano, la obligaron a disparar una pistola en dos ocasiones.
"(Más tarde) me volvieron a sacar, ya con una mesa y sobre ella mi bolsa de mano, y sacaron unos sobrecitos de droga y una pistola, la misma pistola que me habían hecho disparar estaba ahí en la mesa", recordó.
Entre los abusos que sufrió, la jueza enlistó el de intimidación, coacción al hacerla disparar un arma, tortura física y psicológica, violencia moral, todos por los que señaló a servidores públicos.
Al ser cuestionada sobre el amparo que resolvió, por cuya resolución pasó dos días detenida, mencionó que ella no iba a fabricar datos de prueba inexistentes.
"No había forma de sustentar estas declaraciones y en un asunto de homicidio, si no hay necropsia no hay homicidio", explicó.
La jueza apuntó que no asistió al Poder Judicial, tras ser notificada de un proceso sancionador, pues aún no cuenta con un amparo federal que la proteja.