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Morena, con su reforma, arriesga carne y huevo

Advierten que la producción se desplomará de aprobarse la iniciativa judicial

La iniciativa de reforma pone en riesgo a unas 300 empresas que conforman la industria avícola.Morena, con su reforma, arriesga carne y huevo

CIUDAD DE MÉXICO.- En medio del riesgo económico por la Reforma Judicial que impulsa Morena, ahora el sector pecuario lanzó un SOS por otra modificación constitucional en puerta promovida por legisladores de ese partido.

La Asociación Mexicana de Productores de Carnes de Res (AMEG), la Organización de Porcicultores Mexicanos (Opormex) y la Unión Nacional de Avicultores (UNA) advirtieron que la producción de carne de res, cerdo, pollo y huevo en México se desplomará de aprobarse una reforma de Morena para que en la engorda de ganado y aves sólo deba usarse maíz quebrado en lugar del grano entero.

A mediados de agosto, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen de reforma al Artículo 4 de la Constitución que establece que el maíz genéticamente modificado que ingrese al País para usos distintos al consumo humano debe entrar quebrado o fragmentado y ya no entero.

El propósito es para evitar su posible siembra o germinación, lo cual nunca ha ocurrido, pues está prohibido.

Representantes de la AMEG, la Opormex y la UNA señalaron que el uso de un maíz fragmentado les generará un costo extra de hasta 20 por ciento, lo que los hará perder competitividad y mercado frente a las importaciones de estos alimentos.

Y añadieron que otro golpe al sector derivará por el daño fisiológico que con el maíz quebrado sufrirán las aves de postura, pollos en engorda, cerdos y reses, provocándoles una fuerte caída en la productividad y la calidad de estos alimentos.

Advirtieron que el uso de maíz fragmentado es delicado porque al pasar por el proceso de quebrado pierde la resistencia o protección natural que tenía contra hongos y aflatoxinas, las cuales al ser ingeridas por los animales les ocasiona retraso en los tiempos de engorda e importantes afectaciones en el producto.

David Castro, presidente de la UNA, agregó que además de un mayor costo por el maíz quebrado importado, su uso provocará una baja en producción de huevo, en la calidad del cascarón, una baja de 20 por ciento de la postura, así como una reducción la ingesta de alimento del pollo y en consecuencia una menor ganancia en el peso de la aves.

Expuso que con el grano fragmentado tampoco hay garantía de su calidad, pues al venir en esa presentación hay alto riesgo de que contenga hongos, a diferencia del grano entero.

Castro y Héctor Garza, presidente de la AMEG, coincidieron en que de aprobarse la modificación, se elevará aún más la dependencia alimentaria del País, pues llevará a la quiebra a cientos de medianos y pequeños productores.

"El maíz entero es clave para mantener los estándares de calidad en la carne que producimos", sostuvo Garza.

"Es algo muy delicado que nos obliguen a importar maíz quebrado porque nuestros costos que aumentaría entre 15 y 20 por ciento y claro que sí puede llevar a la quiebra a la avicultura nacional porque estamos en un libre mercado con Estados Unidos y con otros países", alertó Castro.

"Entonces si los avicultores americanos, brasileños o de otros países no tienen estas restricciones (del maíz quebrado) nos van a bombardear de pollo y vamos a depender de las importaciones, situación que hoy no es así, pues de lo consumido en el País producimos el 90 por ciento del pollo y el 100 por ciento del huevo.

"Esa iniciativa de reforma pone en riesgo a unas 300 empresas que conforman la industria avícola y a unos 200 mil empleos directos, todos ellos en zonas rurales, así de grave".

  • Heriberto Hernández, presidente de la Opormex, coincidió en el elevado riesgo de cierre de granjas porcícolas por el desplazamiento debido a las importaciones y del grave daño que ocasionará el maíz quebrado en la ingesta de los animales.

"Si bien el proceso de quebrado nos va a encarecer los costos y nos va sacar de mercado, lo más grave son los altos riesgos para la producción de carne porque no sólo impactará en su crecimiento, sino también en su salud.

"Esta iniciativa no está sustentada en ciencia... las importaciones cada vez más nos están desplazando, pues antes del Pacic representaban el 42 por ciento del consumo nacional y ahora subieron al 50 por ciento con la mayor apertura que hizo este Gobierno federal".

Los dirigentes pecuarios señalaron también que Estados Unidos no tiene capacidad suficiente para quebrar y abastecer a tiempo los 22 millones de toneladas de maíz que México importa al año.

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