Pide Iglesia no usar educación como botín político
En vísperas de que inicie el ciclo escolar 2022-2023, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió centrar la mirada en la tarea esencial de educar a los niños y no usar la educación como botín y para intereses particulares
Cd. de México
"La educación, en sí misma, exige claridad de intención, de operación y de fin. Educar es un acto de amor, de generosidad, de gratuidad. Por lo que no debe ser vista como un botín por parte de ningún proyecto político, económico, ideológico o social", es el llamado de los católicos.
El exhorto es respaldado por la presidencia, la secretaría general, la Comisión Episcopal para la Pastoral Profética y Dimensión de Pastoral Educativa y de Cultura de la CEM con el que reiteraron su llamado a articular esfuerzos con miras de un bien común.
Sugieren pactos educativos
Sugirieron que para ello, se realicen pactos educativos locales que ayuden a tejer los lazos de solidaridad en la comunidad educativa, autoridades civiles, empresarios, líderes sociales y políticos, mediante caminos de diálogo, de construcción de paz y de desarrollo humano, integral, solidario y sustentable.
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"(Obispos) hacen un llamado a responder a los desafíos más inmediatos de las instituciones educativas, pero también a encontrar caminos nuevos de relación, de cara a la crisis generalizada que vivimos", expusieron.
"Particularmente, a las crisis más apremiantes, que son la antropológica y la cultural (como hemos señalado en el número 20 del Proyecto Global de Pastoral), pues mientras el ser humano no asuma su existencia de manera trascendente y responsable, vivirá ahogado en sus visiones, intereses y sin sentidos", agregó.
Asimismo, solicitaron evitar polarizaciones y sentarse a dialogar.
"En lugar de engancharnos en los problemas y límites del momento actual, orientemos nuestras pasiones y anhelos a proyectos concretos, solidarios y factibles, que transformen nuestras realidades educativas locales; y por supuesto a cooperar para aliviar las situaciones de dolor de nuestros hermanos, particularmente los más pequeños, alejados y necesitados.
"Lo anterior con la máxima participación social del Estado, es decir, gobierno y sociedad. Es urgente desactivar los enconos, escuchar a los expertos, así como a los agentes directos de la educación", insistieron.