Divide al INE batalla por la sucesión presidencial
El árbitro electoral vuelve a atraer la atención, al dar vía libre a los recorridos de las ´corcholatas´ y, a la vez, insistir en medidas cautelares
El último protagonista en la carrera por la presidencia no es Claudia Sheinbaum ni Marcelo Ebrard ni las corcholatas de Morena ni de la oposición. El Instituto Nacional Electoral (INE) ha acaparado los reflectores esta semana en medio de un proceso de sucesión inédito en el que se hacen campañas que no son campañas, mítines que no son mítines y actos proselitistas, propuestas de gobierno y recorridos al filo de la ley. ¿Qué está permitido y que está prohibido para los aspirantes a llegar al poder en las elecciones de 2024? Ese es el dilema que asalta a los participantes en la contienda interna, que dispara los reclamos de los opositores y que divide las opiniones de los consejeros electorales.
En una votación dividida que se zanjó con dos votos en contra y uno a favor, la Comisión de Quejas y Denuncias del INE resolvió que no podía calificar los recorridos de los aspirantes de Morena como actos anticipados de campaña y dio vía libre para que las corcholatas de Morena continuaran con sus recorridos por todo el país. La consejera Claudia Zavala, presidenta del comité, había propuesto un proyecto de acuerdo en el que se pedía emitir una nueva tanda de medidas cautelares y que documentó más de una treintena de violaciones a la ley electoral tan solo durante la primera semana de la contienda interna: desde promesas de campaña hasta reparto de materiales para promocionar su imagen.
Pese a las evidencias, recopiladas por los propios trabajadores del INE, los consejeros Rita Bell López y Jorge Montaño desecharon el proyecto bajo el argumento de que esa instancia no podía hacer valoraciones de fondo sobre el proceso interno de Morena y que ya se había dictado una resolución en la que se decidió que las corcholatas sí podían viajar para buscar convertirse en "coordinadores de los comités de defensa de la Cuarta Transformación", la figura creada por el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, para evitar referirse a sus aspirantes como precandidatos. La ley dice que las precampañas para la elección presidencial inician hasta la tercera semana de noviembre. Otros tres miembros del Consejo, pese a no pertenecer a la Comisión de Quejas, argumentaron a favor de la propuesta de Zavala, pero sus esfuerzos fueron en vano.
- CENTRO DE LA POLÉMICA
El órgano electoral ha estado el último año largo en el centro de muchas polémicas como uno de los objetivos predilectos de las invectivas del presidente. Tras lograr unos meses de calma con la renovación del su Consejo en abril, el INE ha vuelto a acaparar la atención. Hace dos semanas, la misma Comisión de Quejas del INE había impuesto condiciones y medidas cautelares a las corcholatas de Morena bajo la amenaza de que podían perder el derecho de registrarse como candidatos si violaban la ley. Les dijo que no podían llamar al voto, promover la plataforma de Morena ni hacer promesas de campaña. Las restricciones provocaron reclamos de Ebrard, que cuestionó el sentido de realizar los recorridos por el país y lo convirtió en uno de sus lemas de campaña. "No nos han prohibido soñar, así que seguiremos soñando", dijo el exsecretario.