Europa impone prohibición sobre el diésel de Rusia
La prohibición viene acompañada de un límite de precios acordado por el G-7
Europa impuso una prohibición sobre el diésel de Rusia y otros productos petrolíferos refinados, recortando la dependencia energética de Moscú y tratando de reducir aún más los ingresos del Kremlin por combustibles fósiles como castigo por invadir Ucrania.
PROHIBICIÓN
La prohibición viene acompañada de un límite de precios acordado por el G-7. El objetivo es permitir que el diésel ruso siga fluyendo a países como China e India y evitar una repentina subida de precios que perjudicaría a los consumidores de todo el mundo, al tiempo que reduciría los beneficios que financian el presupuesto y la guerra de Moscú.
El diésel es clave para la economía porque se utiliza para propulsar automóviles, camiones que transportan mercancías, equipos agrícolas y maquinaria de fábrica. Los precios del diésel han sido elevados debido a la recuperación de la demanda tras la pandemia del COVID-19 y a las limitaciones de la capacidad de refinado, lo que ha contribuido a la inflación de otros bienes en todo el mundo.
- Las nuevas sanciones crean incertidumbre sobre los precios mientras la Unión Europea de 27 países miembros encuentra nuevos suministros de diésel procedentes de Estados Unidos, Oriente Medio e India para sustituir a los de Rusia, que en un momento dado suministraba el 10% de las necesidades totales de diésel de Europa.
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Se trata de trayectos más largos que los de los puertos rusos, lo que pone a prueba a los petroleros disponibles.
La reactivación de la demanda china, tras el fin de las draconianas restricciones COVID-19, también podría hacer subir los precios.
- El límite de 100 dólares por barril para el diésel, el combustible de aviación y la gasolina se aplicará prohibiendo a las compañías de seguros y a los servicios de transporte la manipulación de gasóleo cuyo precio supere el límite. La mayoría de estas empresas se encuentran en países occidentales.
Esta medida se suma al límite de 60 dólares por barril impuesto al crudo ruso, que entró en vigor en diciembre y se supone que funciona de la misma manera. Ambos límites, el del gasóleo y el del petróleo, podrían endurecerse más adelante.