Ocho muertos en una gran incursión israelí sobre un bastión miliciano en Cisjordania
Las tropas permanecían en el campamento de refugiados de Yenín, en la mayor operación en la zona en más de un año de combates
JERUSALÉN — Drones israelíes atacaron un bastión miliciano en la ocupada Cisjordania y cientos de soldados fueron desplegados en la zona, en una incursión que recordaba a las grandes operaciones militares realizadas durante el segundo alzamiento palestino hace dos décadas. Al menos ocho palestinos murieron y docenas resultaron heridos, según autoridades palestinas de salud.
Las tropas permanecían en el campamento de refugiados de Yenín, en la mayor operación en la zona en más de un año de combates. Se producía ante crecientes presiones internas en Israel para responder con dureza a una serie de ataques contra colonos israelíes, como un tiroteo la semana pasada que dejó cuatro muertos.
Una humareda negra se alzaba de las calles del abarrotado campo, se oían intercambios de disparos y los drones sobrevolaban la zona mientras las tropas continuaban con su redada. Los vecinos informaron de cortes de luz en amplias zonas del campamento y topadoras blindadas avanzaban por calles estrechas para abrir camino a las tropas, dañando propiedades a su paso en otro recordatorio de la pasada intifada. Los palestinos y la vecina Jordania condenaron la incursión.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, se reunió con mandos militares y dijo que la operación "procede como estaba planeado". Israel había asestado "un duro golpe" a grupos armados locales, afirmó, sin indicar cuándo terminaría la incursión.
El objetivo de la operación era destruir y confiscar armas, según el teniente coronel Richard Hecht, vocero militar.
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"Actuamos contra objetivos específicos", dijo Hecht, y las fuerzas no tenían previsto mantener una presencia en el campo.
El contingente en el lugar era del tamaño de una brigada, unos 2.000 soldados, señaló, y drones militares habían hecho ataques previos para despejar el camino a las fuerzas de tierra. Aunque Israel ha realizado ataques aéreos aislados en Cisjordania en las últimas semanas, Hecht dijo que los ataques suponían una escalada inédita desde 2006, cuando terminó el alzamiento palestino.
Aunque Israel describió el ataque como un operativo de precisión, una humareda se alzaba del sobrepoblado campamento, cerca de los minaretes de mezquitas. Las ambulancias salían a toda prisa hacia el hospital, a donde llegaban los heridos en camillas.
Lynn Hastings, coordinadora humanitaria de Naciones Unidas en territorios palestinos, tuiteó que estaba "alarmada por la escala de la operación de las fuerzas israelíes" y señaló que se estaban produciendo ataques aéreos en un campo de refugiados densamente poblado. La ONU estaba movilizando ayuda humanitaria, añadió.
Según la agencia oficial de noticias palestina Wafa, los soldados bloquearon calles dentro del campo, tomaron casas y edificios y colocaron francotiradores en los tejados.
"Hay topadoras destruyendo las calles, francotiradores dentro y en los tejados de las casas, drones atacando casas y se mata a palestinos en las calles", dijo Jamal Huweil, activista político en el campo, que predijo que la operación fracasaría.
"Pueden destruir el campo de refugiados, pero fracasarán de nuevo porque la única solución es la solución política en la que se establezca un estado palestino y la ocupación termine", afirmó.
El Ministerio palestino de Salud informó de al menos ocho palestinos muertos y 50 heridos, 10 de ellos graves.
En otro incidente, fuerzas israelíes mataron a un palestino de 21 años cerca de la ciudad cisjordana de Ramala, según el Ministerio.
"Nuestro pueblo palestino no se arrodillará, no se rendirá, no izará la bandera blanca, y se mantendrá firme en nuestra tierra ante esta brutal agresión", indicó Nabil Abu Rudeineh, vocero del presidente palestino, en un comunicado.
Jordania pidió a Israel que detuviera las incursiones en Cisjordania.
El ministro israelí de Exteriores, Eli Cohen, elogió los esfuerzos del ejército en una comparecencia a periodistas extranjeros y acusó a su archienemigo, Irán, de estar detrás de la violencia financiando a grupos armados palestinos.
"Debido a los fondos que reciben de Irán, el campamento de Yenín se ha convertido en un centro de actividad terrorista", indicó, añadiendo que la operación se haría de forma "dirigida" para evitar bajas civiles.
Los palestinos rechazan esas afirmaciones y afirman que la violencia es una respuesta natural a 56 años de ocupación desde que Israel capturó Cisjordania en la Guerra de los Seis Días en 1967.
Hace años que Yenín ha sido un bastión de la lucha armada contra Israel y fue un importante foco de tensiones en el último alzamiento palestino.
La redada se produjo dos semanas después de otra confrontación violenta en Yenín.
"Ha habido una dinámica aquí en Yenín el último año", dijo Hecht para defender las tácticas empleadas. "Se ha ido intensificando todo el tiempo".
Sin embargo, también había factores políticos en juego. Miembros destacados del gobierno israelí de ultraderecha, que está dominado por colonos israelíes y sus aliados, han pedido incrementar la respuesta militar a la violencia en la zona.
"Orgulloso de nuestros héroes en todos los frentes, y esta mañana especialmente de nuestros soldados que operan en Yenín", tuiteó el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, un ultranacionalista que hace poco pidió que Israel matara a "miles" de milicianos si era necesario. "Rezando porque tengan éxito".
Con las muertes, el número de palestinos muertos este año en Cisjordania llegó a 131, dentro de más de un año de violencia en la región, que registra el mayor derramamiento de sangre en casi dos décadas.
El brote de violencia comenzó el año pasado tras una serie de ataques palestinos que llevaron a Israel a redoblar sus incursiones en Cisjordania.
Israel dice que las redadas pretenden acabar con la violencia armada. Los palestinos dicen que esa violencia es inevitable ante la ausencia de un proceso político con Israel, la creciente construcción de asentamientos en Cisjordania y la violencia de colonos extremistas. Ellos ven el incremento de la presencia militar israelí en la zona como un estrechamiento de la ocupación iniciada en el territorio hace 56 años.
Israel dice que la mayoría de los muertos eran milicianos, pero también han muerto jóvenes que protestaban contra las incursiones y también personas que no participaban en los enfrentamientos.
Los ataques palestinos registrados en lo que va de año han dejado 24 muertos.
Israel capturó Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza en la Guerra de los Seis Días de 1967. Los palestinos reclaman esos territorios para un estado futuro.
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El periodista de Associated Press Omar Akour contribuyó a este despacho desde Amán, Jordania.