Evangélicos blancos: Le cantan a Donald ´Cuán grande eres´
Después de que el expresidente Donald Trump diera su discurso de victoria el miércoles temprano en el Centro de Convenciones de Palm Beach, en Florida, docenas de sus seguidores se reunieron en un vestíbulo para cantar "How Great Thou Art"
Noviembre 08, 2024 -
PALM BEACH, Florida.- Después de que el expresidente Donald Trump diera su discurso de victoria el miércoles temprano en el Centro de Convenciones de Palm Beach, en Florida, docenas de sus seguidores se reunieron en un vestíbulo para cantar "How Great Thou Art," ("Cuán grande eres"), recitando de memoria la letra y armonías de una alabanza clásica, popular entre los cristianos evangélicos.
Fue un cierre apropiado para una elección en la que Trump una vez más ganó el apoyo de aproximadamente 8 de cada 10 votantes cristianos evangélicos blancos, según AP VoteCast, una amplia encuesta de más de 120,000 votantes. Ese margen, entre un grupo que representaba alrededor del 20% del electorado total, repite márgenes igualmente impresionantes de apoyo evangélico que Trump recibió en 2020.
El pastor Robert Jeffress de la Primera Iglesia Bautista de Dallas, uno de los simpatizantes evangélicos más prominentes de Trump desde la campaña de 2016, calificó la elección como una "gran victoria".
"Sí, hubo algunos temas de fe importantes para los evangélicos, pero los evangélicos también son estadounidenses", dijo Jeffress. "Les preocupa la inmigración, les preocupa la economía".
Algunos críticos de Trump temen que implementará una agenda nacionalista cristiana que, según ellos, otorga a los cristianos una posición privilegiada en el país y es contraria a la separación entre iglesia y estado.
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Aunque algunas de las expresiones religiosas del gobierno son más retóricas que políticas, eso puede tener un impacto en un país que es más secular y religiosamente diverso que en generaciones pasadas, dijo Andrew Whitehead, autor de "Taking America Back for God: Christian Nationalism in the United States".
"Aquellos que no abrazan esa expresión del cristianismo o la religión cristiana o ninguna religión en absoluto, se sentirán marcados como ´otros´ y no verdaderamente estadounidenses", dijo Whitehead, profesor asociado de sociología en la Universidad de Indiana, en Indianápolis.
Whitehead vaticina que una visión nacionalista cristiana probablemente motivará políticas migratorias restrictivas con el pretexto de proteger la cultura estadounidense tradicional, como la prohibición de que personas procedentes de varios países mayoritariamente musulmanes viajen a Estados Unidos.
Pero Jeffress desestimó las preocupaciones de aquellos que vaticinan un gobierno nacionalista cristiano.
"A las personas que no son cristianas les preocupa indebidamente que vaya a instituir algún tipo de teocracia opresiva. No le interesa hacer eso", afirmó Jeffress, señalando que Trump no ha mostrado interés en prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo ni imponer una prohibición absoluta del aborto.
Los líderes evangélicos que más apoyan a Trump pueden esperar el mismo tipo de acceso a la Casa Blanca que tuvieron en el primer mandato de Trump.
Trump ha proclamado un sentido de mandato divino.
"Muchas personas me han dicho que Dios salvó mi vida por una razón", dijo Trump en su discurso de victoria, refiriéndose a las afirmaciones generalizadas entre los simpatizantes evangélicos de que recibió una protección divina milagrosa en el intento de asesinato casi fatal en Butler, Pensilvania, el 13 de julio. "Y esa razón fue salvar a nuestro país y restaurar la grandeza de Estados Unidos".
Durante la campaña electoral, Trump prometió "proteger a los cristianos en nuestras escuelas y en nuestro ejército y nuestro gobierno" y en "nuestra plaza pública". Muchas de las disputas entre Iglesia y Estado de los últimos años se han centrado en los símbolos cristianos en lugares públicos, como la exhibición de cruces.
La campaña republicana se comprometió a defender a los cristianos así como a los judíos que enfrentan persecución. Si bien incluyó un compromiso general de proteger el culto de todos los grupos religiosos, esos fueron los únicos dos que se mencionaron específicamente. La campaña también defendió el derecho a "orar y leer la Biblia en la escuela".