Se enfrentan empresas a riesgos que afectan su estabilidad y éxito

En un mundo cada vez más volátil y competitivo, las empresas se enfrentan a una serie de riesgos que pueden afectar su estabilidad y éxito a largo plazo. 

Al igual que la gestión de la estrategia, la gestión de riesgos estratégicos se ha convertido en una disciplina crucial para las organizaciones, ya que les permite anticipar, identificar, evaluar y mitigar los riesgos que podrían obstaculizar el logro de sus objetivos estratégicos. 

Para asegurar una gestión efectiva de estos riesgos, expertos de la consultora Advanced Management Consulting Group (AMCG) señalan que es fundamental que las empresas conozcan las metodologías disponibles, que en definitiva les ayudará a accionar de manera proactiva a diferentes tipos de alertas de riesgos estratégicos, como pueden ser, por ejemplo, riesgos financieros, nuevas legislaciones, amenazas de ciberseguridad, riesgos de mercado, costos de insumo, bloqueos que interrumpan la logística, suministros entre otros. 

De acuerdo con Maribel Rodríguez, directora general de AMCG, una buena planeación se divide en tres etapas: 

Planeación, donde se formula la estrategia y se traduce en un mapa de ruta o estratégico, con metas de corto, mediano y largo plazo. En esta etapa, es fundamental analizar el entorno, a fin de identificar los posibles riesgos que puedan afectar la estrategia y elaborar un análisis profundo de fortalezas y debilidades de la Organización, así como de las oportunidades, amenazas  y tendencias de impacto que presenta o pueda presentar el entorno.

Ejecución, que consiste en alinear los procesos de la Organización, así como la estructura funcional a la estrategia común, así como planear las operaciones integrando proyectos en marcha.

Evaluación o gestión de resultados, para la toma de decisiones basadas en información estratégica, riesgos identificados y la oportunidad de adaptar la estrategia en base a resultados, y análisis de cambios en el entorno y de la organización.

Lo anterior requiere un liderazgo real y un sistema de comunicación efectivo que permee a toda la organización.

• Las organizaciones requieren hacer un alto y cuestionarse si efectivamente cuentan con una adecuada gestión de riesgos estratégicos, es decir de riesgos que puedan impactar a sus objetivos estratégicos. De lo contrario, podrían estar perdiendo tiempo valioso que pudiera marcar la diferencia ante los constantes cambios disruptivos que se presentan en cada una de las industrias y sectores.