Devoran autos el litio mundial
El coste de la materia prima se ha disparado por la escasez
España.- La demanda de litio no tiene freno. El cambio hacia un modelo energético más sostenible, impulsado por las grandes economías del mundo, ha disparado el apetito por esta materia prima. Hoy se consume más que nunca, pero su producción se está quedando rezagada respecto a las necesidades del mercado. Un cóctel peligroso que incluye la falta de inversiones mineras, el cierre temporal de factorías en China (debido a la pandemia), la cancelación de proyectos de explotación y un éxito inesperado del coche eléctrico ha avivado las dudas sobre la disponibilidad del producto. Y como en la física newtoniana, a una acción siempre corresponde una reacción: el precio del metal se ha quintuplicado en los últimos 12 meses, llevando a las baterías de ion de litio (alma de la movilidad futura) a su primera alza en una década.
“Ya hay un déficit en el mercado”, destaca Caspar Rawles, chief data officer (CDO) de la consultora británica Benchmark Mineral Intelligence. Ello se debe, en parte, a una reducción en los inventarios y a la falta de inversión en la cadena de suministro entre 2018 y 2020, cuando el exceso de oferta del metal derrumbó los precios y detuvo la llegada de nuevos capitales al sector.
¿Habrá suficiente litio para todos los coches eléctricos? Esa es la pregunta que se hacen todos los integrantes del mercado. La demanda mundial de este elemento se multiplicará por cuatro en los próximos años: alcanzará los dos millones de toneladas hacia 2030, desde las 500.000 toneladas actuales, según las estimaciones de S&P Global Market Intelligence. Para Kent Masters, director ejecutivo de Albemarle (una minera estadounidense experta en litio), la previsión va más allá: espera que al inicio de la próxima década las necesidades del metal alcancen los tres millones de toneladas. Una encuesta realizada por Bloomberg entre seis firmas especialistas en el metal revela que no hay consenso sobre cómo se comportará la oferta. Mientras unos ven un déficit equivalente al 13% de la demanda en 2025, otros hablan de un superávit del 17%. Lo que es seguro es que más del 84% de toda esa materia prima irá a la batería de un coche eléctrico, que para entonces veremos rodando con toda normalidad en las carreteras de las principales economías. Los vehículos eléctricos serán el 75% de las ventas de automóviles de pasajeros a nivel mundial para 2030, con China a la cabeza, seguida de Europa y EE UU, prevé un análisis de McKinsey.
Incógnita chilena
- Ante ello, la presión sobre la industria del litio se incrementa. Sobre todo, frente a la revocación de proyectos estratégicos en Europa y las dudas que generan las decisiones políticas en Chile —el segundo productor mundial, con un cuarto de la tarta global, después de Australia, que copa la mitad—, que acaba de estrenar gobierno con el izquierdista Gabriel Boric. En este lado del mundo, en los Balcanes, Serbia ha revocado, en enero pasado, a la compañía minera australiana Rio Tinto (una de las 10 principales empresas productoras del metal) todos los permisos para explotar un proyecto de litio al oeste del país. Una fuerte y decidida oposición ciudadana hizo que el Gobierno de Ana Brnabic diera marcha atrás a lo que sería la mina más grande del Viejo Continente y que podría suplir de materia prima a un millón de coches eléctricos al año.