La particular función de las membranas mucosas en el cuerpo humano
Las membranas mucosas son una parte esencial del sistema inmunológico y actúan como la "piel interna" del cuerpo humano
Noviembre 16, 2024 - 04:20 p.m.
Las membranas mucosas son una parte esencial del sistema inmunológico y actúan como la "piel interna" del cuerpo humano. Estas recubren conductos y cavidades internas, como el sistema digestivo, respiratorio, urinario y los órganos reproductivos. Según el oncólogo e investigador Ricardo Cubedo, estas estructuras son la primera línea de defensa frente a microorganismos, partículas nocivas y toxinas.
Las mucosas son tejidos húmedos que protegen el interior del cuerpo contra agresiones externas. Se encuentran en áreas como la nariz, la boca, el tubo digestivo, los ojos y las vías respiratorias. Funcionan de manera similar a la piel, pero con la capacidad adicional de secretar moco, una sustancia viscosa que atrapa partículas y microorganismos nocivos.
Además, las mucosas tienen funciones específicas dependiendo de su ubicación. Por ejemplo, la mucosa del estómago produce ácido clorhídrico para la digestión, mientras que la del intestino absorbe nutrientes esenciales.
La mucosa respiratoria es crucial en la defensa contra infecciones. Comienza en la nariz y se extiende hasta los bronquios y alveolos pulmonares. Está cubierta por una fina capa de moco producido por las células calciformes, que atrapa microbios y partículas de contaminación. Este moco es continuamente expulsado hacia el exterior mediante un movimiento coordinado de cilios, pequeños vellos que recubren la superficie de la mucosa.
El moco no solo actúa como una barrera física, sino que también contiene sustancias antimicrobianas que destruyen bacterias y virus. Incluso los pelos de la nariz juegan un papel importante al filtrar partículas más grandes. Este sistema es especialmente efectivo para mantener las vías respiratorias limpias y evitar infecciones.
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Proteger las mucosas es vital para la salud general. Factores como el tabaquismo pueden debilitar estas barreras, haciéndolas menos efectivas y aumentando el riesgo de infecciones respiratorias. Además, mantener una buena hidratación y evitar irritantes ambientales contribuye a su correcto funcionamiento.