Mejoran la calidad del agua
Noviembre 16, 2017 -
Con una inversión de 3.7 millones de dólares, las autoridades del condado pusieron en marcha un sistema para desinfectar el agua que se produce en la planta potabilizadora de Río Bravo, eliminando las 37 violaciones detectadas por el Estado hace cuatro años.
Se trata de un sistema que funciona con rayos ultra violeta y que permite producir agua con un estándar de calidad superior al que exige la Comisión de Calidad Ambiental de Texas (TCEQ), dijo Adrián Montemayor, director de la planta de agua.
“Logramos mejorar la calidad del agua que se produce en la planta al grado que ya no se necesita enviar avisos de precaución a la comunidad, el agua es completamente segura”, afirmó.
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Esta planta produce alrededor de 1.5 millones de galones de agua por día para surtir a unos 8 mil clientes en Río Bravo y El Cenizo.
“Con este sistema que se instaló ya cumplimos al 100 por ciento con los requisitos exigidos por la TCEQ”, indicó.
El comisionado Jesse González, en cuyo precinto se ubica la planta, resaltó que este proyecto fue una promesa de su campaña porque era vergonzoso que los vecinos de dichos poblados tuvieran que hervir el agua para tomarla.
“El nuevo sistema ya está en operación desde el mes pasado y el reporte indica que el agua está completamente limpia”, afirmó.
El juez del condado, Tano Tijerina, destacó que cuando tomó el puesto en el 2015, el Estado tenía detectadas 37 violaciones en la planta y poco a poco se fueron eliminando hasta quedar en cero.
“Limpiar esta planta era una prioridad y lo conseguimos, valió la pena la inversión de 3.7 millones de dólares, agradezco el apoyo de la agencia TCEQ para trabajar juntos y la paciencia de los residentes de Río Bravo y El Cenizo”, precisó.
Los problemas graves en la planta de agua de Río Bravo fueron detectados en el 2013 cuando el Estado envió una notificación con posibles sanciones al detectarse severas violaciones en la producción de agua con bacterias peligrosas para la salud humana.
Esto motivó que los residentes tuvieran que hervir el agua y muchos se vieron forzados a comprar de garrafón y de galones.