Marcan su distancia: Es preocupante la Nomofobia
Adicción nada inteligente al celular genera problemas en la salud, afecta el ámbito laboral y familiar
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Es una dependencia psicológica, porque hay intolerancia y se miente, es una adicción comportamental, que son no químicas, es decir suponen una dependencia a una conducta, donde las más conocidas son la ludopatía o adicción al juego, la adicción a las compras, al sexo o a las nuevas tecnologías como internet, redes sociales, videojuegos, móviles, entre otros.
Astrid Zapata, psicóloga y directora de la Unidad de Atención Primaria en Adicciones (Uneme CAPA) La Curva, dijo a El Mañana que si bien el uso del teléfono ayudó a poder conectar a las personas ante la pandemia del Covid-19, pero que en uso excesivo por educación, por trabajo, llega en un momento dado a tener consecuencias para la vida.
Las personas pierden habilidades sociales, no saben que hablar en la vida real, no saben que platicar y eso limita, se vuelve una dificultad y a tener ansiedad por no saber como convivir* Astrid Zapata, psicóloga
“Empieza a tener síntomas como irritabilidad, malestar por no tener el dispositivo y cada vez es más el tiempo que estoy invirtiendo por un uso que no es necesario, estoy más navegando, más conectado y haciendo todo a través de este dispositivo, incluso se ha observado hasta en la hora de la comida, no se habla cara a cara, te mando mensaje, un emoji, se va perdiendo este sentido humano, que pone en riesgo las habilidades sociales”, dijo.
“Las personas no saben qué hablar en la vida real, no saben qué platicar y eso limita, se vuelve una dificultad y a tener ansiedad por no saber como convivir”, advirtió.
La psicóloga comentó que en el aspecto social comienza a tener limitantes, deterioro como preocupación excesiva y que genera hasta peleas.
Las personas que usan durante todo el día el celular mienten diciendo que casi no lo usan, sienten todo el tiempo euforia de querer conectarse y se es más propenso a sufrir estafas o extorsiones, o incluso compras innecesarias.
“Oye estoy hablando contigo y no me miras, ni me escuchas, empieza a tener fallas en esa área de las relaciones de amistad, de la pareja, te desconecta de la parte humana tan esencial”, recalcó.
En los menores de edad: en la noche esperan que los papás se duerman, se conectan y buscan de forma desesperada, compulsiva y poco tolerante de no tener el dispositivo y hacen todo lo necesario para estar en el celular.
“Una de las consecuencias que hay, podemos encontrar que el rendimiento es cada vez menor, porque cuando te llega un mensaje quiere conectare en eso, en lo que ves hay señales y lo que ibas hacer terminar haciendo otra cosa, pierdes el tiempo, olvidaste mandar algo importante, hacer algo que pidió tu jefe y la calidad se ve afectada”, recalcó.
Invasión tecnológica
De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2020 se cuenta con 88.2 millones de usuarios de teléfono celular donde el 75.5 por ciento de la población es de seis años o más.
En 2019 la proporción fue de 75.1 por ciento, lo que significa 86.5 millones de usuarios.
Para 2020, 91.8 por ciento de los usuarios de teléfono celular tiene un equipo inteligente (smartphone).
La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (Endutih), señala que los tres principales medios para la conexión de usuarios a internet en 2020 fueron: celular inteligente con 96.0 por ciento, computadora portátil con 33.7 por ciento y con televisor con acceso a internet 22.2 por ciento.
De acuerdo con los resultados de la Endutih 2020, nueve de cada diez usuarios de teléfono celular disponen de un celular inteligente (smartphone), por medio del cual tienen la posibilidad de conectarse a internet.
Impactante
Las nuevas tecnologías llegaron para facilitar diversas acciones y tareas del día a día.
Sin embargo, con el paso de tiempo se han convertido poco a poco en algo más que una herramienta para facilitar la comunicación, llegando al extremo de presentarse casos de adicción al teléfono celular.
Nomofobia es el nombre que ha recibido esta conducta, la cual se define como un miedo irracional a no tener cerca un teléfono móvil. Este término proviene del inglés “no-mobile-phone phobia”, que traducido al español sería algo como “miedo a no tener teléfono móvil”.
Este fenómeno se ha documentado cada vez más entre los adultos jóvenes, adolescentes e incluso niños.
Y, aunque al principio no pareciera nada grave, se trata de un comportamiento que podría estar avisando sobre la presencia de un problema de salud mental.