Laboratorios Pisa y los desatinos de López-Gatell
Bajo la consigna de detener el monopolio de Laboratorios Pisa y acabar con la presunta corrupción del mercado de medicinas que abastece al gobierno federal, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud mintió en cuanto a las decisiones tomadas, según lo revelan documentos oficiales
Bajo la consigna de detener el monopolio de Laboratorios Pisa y acabar con la presunta corrupción del mercado de medicinas que abastece al gobierno federal, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Secretaría de Salud, Hugo López-Gatell, mintió en cuanto a las decisiones tomadas, según lo revelan documentos oficiales.
Según él, en el país hay siete firmas con registro sanitario (permiso) para producir y comercializar medicinas contra el cáncer, pero seis dejaron de fabricarlas. No obstante, documentos de dependencias prueban lo contrario.
La decisión del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador de cambiar el sistema de compras de medicinas detonó el problema, pues se incrementaron las muertes de enfermos, los más visibles de cáncer, por la falta de fármacos para su tratamiento. Comprarlos hoy a empresas globales decuplica su costo de hace un año.
En 2020, por el ejemplo, el IMSS adquirió soluciones inyectables de epirubicina en 103 pesos por unidad y para el primer trimestre de este año su costo era de 2 mil 500 pesos; la daunorucibina se cotizaba en 99, hoy vale 2 mil 300; la bleomicicina, 355, subió a 7 mil; el etopósido pasó de 417 pesos a 6 mil 500 pesos, de acuerdo con un comparativo hecho por el Instituto Farmacéutico de México.
El pasado 29 de junio López-Gatell declaró a Rompeviento TV que Laboratorio Pisa “se volvió un monopolio” en los últimos dos sexenios, al manufacturar 18 medicinas oncológicas en el país.
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En 2019, dijo, el metotrexato –utilizado principalmente para el tratamiento de cáncer infantil– escaseó “porque Pisa nos escondió 36 mil frascos” y no quería darlos porque, expuso, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) cerró “la planta que tienen en Coyoacán”, donde se detectó “contaminación bacteriana en los ciclos de producción”, no sólo de medicinas contra el cáncer, sino también de otros fármacos.