Reynosa

La Plaza, testigo silencioso

Desde 1802, la Plaza Principal se mantiene como el centro político del municipio, y espacio fundamental de la ciudad
  • Por: Iván Moyle
  • 16 / Noviembre / 2014 -
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La Plaza, testigo silencioso

1920. Fotografía de la Plaza Hidalgo a principios de la década de 1920.

La Plaza Principal Miguel Hidalgo cuyos orígenes datan desde 1802 cuando se realizó el primer trazado de la ciudad, una vez que se trasladó desde Reynosa Díaz, fue considerada un punto de partida para el desarrollo de la misma, explicó el cronista de la ciudad Martín Salinas Rivera.

La plaza se convertirá en el centro comercial y político del municipio, además de ser testigo silencioso de numerosos hechos históricos y sociales, como la realización, cada verano, en el siglo XIX de la Feria de Reynosa.

“Originalmente el pueblo son los lotes que están alrededor de la Plaza y dos cuadras hacia fuera, ese es el origen. Otro punto que se ve es que es el centro urbano de Reynosa, que tendrá una gran cantidad de cosas históricas como la batalla del 10 de mayo de 1913 cuando Lucio Blanco toma la plaza”.

Martín Salinas Rivera, cronista de Reynosa

Originalmente el pueblo son los lotes que están alrededor de la Plaza y dos cuadras hacia fuera, ese es el origen.

Son diversas las transformaciones que la plaza ha experimentado a través del tiempo, las cuales podemos dividir en dos partes, la primera de ellas desde sus orígenes y hasta 1969, explicó el especialista.

“Inicialmente en el siglo XIX se maneja una plazoleta, en la segunda mitad de ese siglo se introduce el alumbrado, cuando menos los registros  del Archivo de Tesorería mencionan el gasto por el alumbrado a partir de 1852”.

Indica que en la mitad del siglo XIX se compran las tres primeras lámparas de aceite que alumbrarán la plaza, la Presidencia y la Iglesia, hecho relevante porque hasta ese entonces únicamente se iluminaba la prisión por la noche. 

“Para finales de la última década de 1800 se construye un a rotonda en el centro de la plaza, la cual estaba conectada con el resto del lugar por andadores que convergían hacia el centro desde cada esquina y a mitad de cuadra”.

En los inicios del siglo XX, la plaza recibe el busto de Don Benito Juárez García, un hecho histórico ya que el mismo busto fue mandado elaborar a una compañía de Estados Unidos y situado en prácticamente todas las plaza públicas del país.

“En 1906, el 21 de marzo se inaugura el obelisco a Benito Juárez, todo un acontecimiento que se hace a nivel nacional, se mandan a hacer los bustos y es la primera estatua que tendrá Reynosa. En esos festejos se colocan, también, faroles en las esquinas, el número no se sabe con precisión, ya que unos documentos dicen que son cinco y otros ocho”.

Salinas Rivera narra que para 1910 se construye el primer kiosco en el centro de la plaza, estructura que fue construida por los habitantes del municipio según consta en registros; asimismo a los caminos de tierra que se habían trazado se les agrega baldosa y ladrillo.

“En 1911, a finales de diciembre, en plena Revolución, se compran y se instalan las primera bancas. Son 25 bancas que en los brazos son de fierro vaciado y con soleras de madera. Es muy curioso porque esas bancas se quitaban y hay fotografías que muestran que se utilizaban en distintos eventos frente a la presidencia municipal”.

Destaca que en 1913 la plaza recibirá su primer embanquetado de cemento, en la periferia de la Plaza y en los andadores que convergen hacia el centro de la misma, obra en la que tiene una importante participación Manuel González.

La Plaza, testigo silencioso

modelos. Diseño de las primeras bancas instaladas en la plaza en 1911.

La Plaza, testigo silencioso

revolución. Parte norte de la plaza después de entrar el Ejército Constitucionalista a Reynosa el 10 de mayo 1913.





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