Jóvenes afectados por el desempleo
Sector con mayor índice de deserción en escuelas
México, D.F.
Con base en el estudio de la Dirección General de Investigación Estratégica del instituto, en estas condiciones son vulnerables los derechos sociales que el Estado debería garantizar.
Educación y empleo son las dos opciones que los adolescentes pueden considerar con mayor frecuencia para cubrir sus expectativas y trazar su camino de vida, pero se enfrentan a opciones limitadas e inequitativas, lo que deriva en situaciones de exclusión.
La investigación refiere que el Gobierno Federal ha diseñado estrategias de apoyo para que los jóvenes se inserten en el ámbito laboral, entre ellas el programa de Primer Empleo en 2007, y en marzo de 2015 el Programa de Apoyo al Empleo (PAE).
Cabe destacar que la tasa de desempleo de los mayores de 20 años de edad es de 3.9 por ciento, mientras que en el grupo de 15 a 19 años alcanza 9.3 por ciento en la población femenina y 8.3 por ciento en la masculina.
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El Instituto Belisario Domínguez detalló que 1.6 millones de jóvenes en este rango de edad se encuentran fuera o tienen dificultad para insertarse exitosamente en alguna opción educativa o laboral.
La implementación de políticas de inclusión para jóvenes implicaría reconocer que en ese grupo de edad existen agudas diferencias, relacionadas con el origen social, que frecuentemente se expresan en las oportunidades educativas y de empleo, explica la investigación.
Estas condiciones exigen al Estado diseñar y poner en marcha acciones diferenciadas, que den opciones de inclusión en la sociedad a los jóvenes, en condiciones favorables para ellos, es decir, más equitativas, subraya.
Advirtió que en México el grupo de edad de cero a 18 años registró los mayores porcentajes de pobreza durante 2012, con 53.8 por ciento, y de pobreza extrema en 12.1 por ciento de este sector; lo que refleja la negación de los derechos sociales a la población infantil y adolescente.
Precisó que en el primer trimestre de 2015, la población de 15 años y más, es decir, todas las personas que se encontraban en edad de trabajar, ascendía a 87.9 millones.
Poco más de 52 millones (59.1 por ciento) constituyen la población económicamente activa (PEA); y de ellos, 3.3 millones son jóvenes de 15 a 19 años (6.3 por ciento de la PEA).
Éstos últimos, además enfrentan las opciones laborales más precarias en comparación con las de mayores de 20 años; y las tasas de informalidad son significativamente más altas, mientras que los ingresos son menores.
El alto porcentaje de informalidad se explica por un crecimiento económico lento, la baja generación de empleos y por un incremento constante de la población que participa en el mercado de trabajo, concluyó la investigación.