John Williams: Mago de la música
A lo largo de sus más de 100 años de historia, el séptimo arte ha consagrado a diversos compositores que deben su fama y notoriedad a las partituras escritas para películas
A pesar de lo anterior siempre ha habido una especie de prejuicio para estos compositores, como si estuvieran en una escala inferior a aquellos que dejaron huella en la música de concierto u otros géneros musicales. Esto ya cambió.
La lista de galardones de Williams es impresionante: 25 Grammys, cinco premios de la Academia (¡y 52 nominaciones!). Su nombre estará indisolublemente ligado a filmes como Star Wars, Tiburón, E.T., Encuentros Cercanos, Indiana Jones, La lista de Schindler, Harry Potter, entre otros.
Es impresionante tal facilidad de composición de Williams, pero lo que más sorprende no es la cantidad sino la calidad; gran orquestador y compositor de temas memorables, la música de Williams evidencia una preparación clásica.
Williams estudió en la prestigiosa Julliard School. Después se estableció en Los Ángeles y ahí trabajó como orquestador con casi todos los grandes compositores de cine de su tiempo: Bernard Hermann, Alfred Newman.
La música para Valle de muñecas le dio su primera nominación y, la adaptación de la música para Violinista en el tejado, su primer Oscar. El estilo neorromántico de Williams, en el que incorpora elementos de avanzada como disonancias audaces, es de corte ecléctico, pero lo hace con tal maestría que siempre sus partituras son homogéneas.
Más de la sección
Ciertos temas podrían parecer guiños a grandes partituras clásicas: Marte de Los planetas de Holst alimenta la marcha imperial de Star Wars y el comienzo del cuarto movimiento de la Sinfonía "desde el nuevo mundo" de Dvorák indudablemente inspira el tema más memorable de Tiburón, pero estas no son citas textuales ni mucho menos plagios. Es un compositor que reconoce una gran tradición de la cual deriva.
Su carrera como director de orquesta no es menos importante. Fue director principal de la "Boston Pops" reemplazando al legendario Arthur Fiedler. Esta faceta lo ha llevado a dirigir las grandes orquestas del mundo incluyendo la Sinfónica de Londres o la Filarmónica de Berlín. Su relación con las orquestas lo ha llevado a componer importantes partituras de concierto para solistas como Dale Clevenger (corno) o Gil Shaham (violín).
Indudablemente John Williams es uno de los grandes músicos de nuestro tiempo, uno que siempre nos hará soñar en otros mundos. Su música es fundamental para el éxito de los filmes a donde está destinada y funciona muy bien también en concierto.
¿Qué mejor reconocimiento a la carrera de John Williams que el siguiente piropo? Hace unos años el entonces cornista principal de la Sinfónica de Londres, David Pyatt, me dijo que los dos más grandes directores de orquesta con los que había trabajado eran Colin Davis y John Williams. El respeto y afecto de Williams de parte del público y los músicos es parejo. Celebremos a un gran maestro.