Inicia año con perspectiva de economía estable: IP
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Para Federico Alanís Peña, presidente de la Delegación Reynosa de la Canacintra, 2019 comienza con una perspectiva estable en materia económica, pero no sin riesgos derivados del entorno internacional, cargado de incertidumbre política y financiera.
La estabilidad, dice, tampoco es seguridad de crecimiento económico, que contrasta, ya que en la visión de algunos que será de al menos el 2.4 % y de otros, que no lo ven menor al 1.5%, muy lejos del 4% prometido.
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“La realidad del bajo crecimiento económico nos persigue como la trampa de los países de ingreso medio, que alcanza un nivel de bienestar e integración económica, pero también una desigualdad alarmante y con altos niveles de pobreza de su población”, anotó.
El también consejero nacional del organismo que afilia a los industriales del país anota que la propuesta de política económica del nuevo gobierno representa a su vez un reto en el contexto de la austeridad republicana, que implica una simplificación y reducción de diversas áreas de fomento económico. Los ejes de la política industrial se han fijado en inclusión, diversificación y la innovación.
La perspectiva de inclusión se materializa en el programa de microcréditos que apoya emprendimientos en la base social y los proyectos PYME en zonas de marginadas con bajo desarrollo económico. La banca de desarrollo en este contexto, tendrá que introducir enfoques más agresivos para reducir intermediarios, bajar los costos de transacción de los programas y fomentar la cultura de pago, sobre todo, cuando los microcréditos presentan altos costos para sus beneficiarios y altas tasas de interés.
Por otra parte, la vertiente de inclusión se refiere a los proyectos y programas prioritarios en el sur sureste de México. La convergencia de proyectos como el corredor interoceánico, el tren Maya, el programa de reforestación y los parques industriales en zonas marginadas, así como el programa de caminos rurales pretenden hacer sinergia y compensar décadas de rezago y falta de inversión en la región.
Otra vertiente de inclusión es el programa de la zona fronteriza norte, que, por dos años, presentará una innovación en la gestión de incentivos cruzados; doble salario mínimo, ISR de 20% e IVA del 8% y precios preferenciales de combustibles.
La zona fronteriza norte tiene ventajas competitivas y una cultura productiva que ha integrado la manufactura con éxito, además de su complemento agropecuario y comercial. El enfoque de inclusión sostiene que la región será capaz de absorber nuevos empleos de flujos migratorios crecientes y generar opciones de desarrollo dentro de México.
La política de innovación está a la espera de los nuevos enfoques y cómo se desdoblarán sus instrumentos de fomento, en los que persiste el enfoque de ecosistemas de innovación, fondos sectoriales y los estímulos a la vinculación de los sectores productivo y del conocimiento. Los instrumentos de fomento tendrán que revisar sus reglas de operación y estudiar las formas de atención directa que reducen y eliminan intermediarios.
Sin duda, señala, el fomento a la innovación es crucial para una estrategia de diversificación económica que resulta el tercer pilar del programa de economía. La innovación es un proceso económico complejo que incide en productos, procesos y mercados. En el pasado se han fomentado miles de proyectos de innovación que no tienen garantizado los mercados para fomentar emprendedores tecnológicos. Resaltan la Unidad de Innovación y el Observatorio de Innovación como novedades en esta materia.
Si se vincula la estrategia de diversificación de mercados con el de innovación, por primera vez se estaría fomentando la capacidad exportadora de México. Resulta que sólo exportamos a Estados Unidos por la incapacidad de empresarios y gobiernos de buscar nuevos mercados y conquistarlos.
Y destaca: pareciera que la desaparición de PROMEXICO es un contrasentido, pero ciertamente esta institución no ha arrojado los resultados esperados y se invierte muy poco en consolidar oferta exportable y buscar nuevos mercados. Estimular el crecimiento económico mucho más allá de su potencial, que no rebasa el 2.4 %, es fundamental para que los instrumentos de política industrial retomen el desarrollo sectorial y la integración de las cadenas de valor.
La estructura industrial del país ha demostrado que unos sectores se han modernizado y otros se han estancado, incluso exportan mucho menos al vecino país del norte, respecto a la competitividad y permeabilidad de la industria China. En todo caso, el anuncio de los elementos de una nueva política industrial no garantiza una instrumentación efectiva en el corto plazo, ya que la reorganización institucional puede llevar tiempo, como fue el caso del INADEM, que hacia el final del sexenio pasado no había madurado sus procesos, su sistema de gestión y mucho menos sus resultados.
Y concluye: “Mucho ayudaría una discusión más abierta de los objetivos y los instrumentos de fomento, para que logren mayor incidencia en el crecimiento económico y en la diversificación de mercados, con alcances cuantitativos medibles y rediseñar los espacios consultivos de la Secretaría Economía para hacer valer la democracia participativa, que incida en el adecuado diseño de los instrumentos de fomento económico”.