Holanda recibe a víctimas del avión malasio
Recibidos por un país sacudido por la pérdida de tantas personas
Algunas de las víctimas del avión malasio derribado sobre Ucrania regresaron por fin ayer a suelo holandés en 40 ataúdes de madera, los cuales fueron cargados solemnemente en igual número de carrozas fúnebres mientras las banderas ondeaban a media asta.
La cuidadosa y casi silenciosa ceremonia contrastó profundamente con el estruendo de los cañonazos y los vidrios rotos en el este de Ucrania, donde rebeldes pro rusos combatieron el miércoles para mantener el territorio que dominan, al tiempo que derribaron dos aviones militares ucranianos.
El nuevo ataque demostró que no han dejado de disparar a las alturas pese a la indignación y pesar internacional causado por el derribo del avión de Malaysia Airlines.
Aunque los cuerpos aún no han sido identificados, los cadáveres que llegaron a Eindhoven fueron recibidos por un país sacudido por la pérdida de tantas personas a causa de una guerra lejana.
Chicos que iban a visitar a sus abuelos, un sobrecargo con prisa para llegar a su casa, un guardia de un club nocturno que visitaría a su novia están entre las 298 víctimas del vuelo M17, cuyo derribo la semana pasada intensificó la molestia contra los rebeldes pro rusos sospechosos de provocar la caída del avión.
Casi una semana después del hecho, los investigadores internacionales aún no pueden ingresar al sitio libres de restricciones, algunos restos no se han recuperado y hombres armados recorren el territorio desafiando al gobierno.
Aunque se sostiene que el jet de pasajeros fue derribado por un misil, las autoridades estadounidenses dicen que el papel de Rusia en el desastre no está claro.
Moscú niega estar involucrado.