Halconazo, 50 años de impunidad
DGIPS, sus reportes, transmitidos en promedio cada 10 minutos, quedaron consignados en escuetas fichas informativas que muestran de manera clara la responsabilidad del grupo paramilitar Los Halcones y la complicidad de los cuerpos policiacos en los hechos sangrientos de aquel Jueves de Corpus
Agentes de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales, desplegados en el área del Casco de Santo Tomás y de las avenidas De los Maestros y México-Tacuba, informaron de manera puntual sobre la represión de que fue objeto la marcha estudiantil del 10 de junio de 1971. Sus reportes, transmitidos en promedio cada 10 minutos, quedaron consignados en escuetas fichas informativas que muestran de manera clara la responsabilidad del grupo paramilitar Los Halcones y la complicidad de los cuerpos policiacos en los hechos sangrientos de aquel Jueves de Corpus.
A las 17:10 horas “los estudiantes que iniciaron la manifestación van sobre la Avenida de los Maestros lanzando porras a la Universidad y al Politécnico, y gritando ‘Echeverría buey’”, al tiempo que “contingentes de aproximadamente 5 mil personas se dirigen hacia la calzada México Tacuba”.
En ese mismo momento, pero en la calle Díaz Mirón y Avenida de los Maestros, “un grupo de 15 granaderos armados con fusiles y bombas lacrimógenas intentan dispersar al contingente, sin lograrlo y sin llegar a enfrentarse con los estudiantes, quienes continúan su marcha”.
Más de la sección
| Contingentes de aproximadamente 5 mil personas se dirigen hacia la calzada México Tacuba.
Desplegados en puntos estratégicos del Casco de Santo Tomás, de la calle Lauro Aguirre, la Avenida de los Maestros, Río Consulado y del área donde éstas convergen con la avenida México-Tacuba, agentes de la hoy extinta Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (DGIPS) –antecesora del Cisen y del CNI– reportaron puntualmente la represión de que fue objeto la marcha estudiantil del 10 de junio de 1971, cuyo saldo fue de decenas de heridos y un número indeterminado de muertos (la historiadora Ángeles Magdaleno reporta 32, La Femospp consignó 45, otras fuentes calcularon más de 50).
Lo hicieron en fichas informativas que transmitieron en promedio cada 10 minutos a sus superiores: el secretario y el subsecretario de Gobernación, Mario Moya Palencia y Fernando Gutiérrez Barrios, respectivamente.
La redacción de esas fichas es sucinta; en éstas se narran los hechos, sin abundar en detalles sobre los mismos, pero los datos que transmiten muestran de manera clara la responsabilidad del grupo paramilitar Los Halcones y la complicidad de los cuerpos policiacos en los hechos sangrientos del Jueves de Corpus de 1971. Son también un desmentido más al entonces presidente Luis Echeverría y a sus principales funcionarios, quienes al día siguiente negaron incluso la existencia de Los Halcones –“son una leyenda”, declaró el entonces regente del Departamento del Distrito Federal, Alfonso Martínez Domínguez– y se comprometieron con una investigación que nunca llevaron a cabo.
El historiador Enrique Condés Lara encontró esas fichas en el volumen 1975, expediente No. 8 del Fondo IPS, depositado en la Galería 2 del Archivo General de la Nación. Las escaneó y las reprodujo íntegramente en el libro “Los papeles secretos del 10 de junio de 1971”, que la organización Reflexión Abierta, A.C., publicó en junio de 2002.
ATAQUES SIMULTÁNEOS
La ficha de las 17:05 horas reporta el inicio de la marcha que parte de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, del IPN, en el Casco de Santo Tomás, con destino al Monumento a la Revolución. Cinco minutos después otra ficha señala que la columna de 5 mil manifestantes (aunque posteriormente los participantes aumentarán a 8 mil) avanza por Avenida de los Maestros y que un grupo de granaderos les lanzó gases lacrimógenos, sin que se hayan registrado enfrentamientos.
La ficha de las 17:15 horas –10 minutos después de iniciada la marcha–, consigna la llegada de Los Halcones:
“Hizo su aparición el grupo denominado Halcones, portando mantas colocadas sobre unos bastones largos, lanzándose unos sobre la calle de Alzate y otros por la calle Sorjuana (sic) Inés de la Cruz.
“Un vehículo policiaco equipado con altoparlantes está invitando a las personas a que permanezcan en sus domicilios y ha dado tres avisos a los estudiantes, invitándolos a que depongan su actitud.
| Los elementos de la brigada de choque portan fusiles M-1 y se ha podido observar unas siete personas heridas.