Gran disfrute palomero
El Día del Fin del Mundo Con Gerard Butler y Morena Baccarin
Gerard Butler tiene una cualidad dicotómica en la taquilla: su presencia varonil y ruda, en filmes de mucha acción y poca sustancia, atrae a muchos al cine; pero es exactamente por las mismas razones que otros lo evitan.
Estrena una película de Butler que se lleva la mejor parte: El Día del Fin del Mundo.
John Garrity (Gerard Butler) es un ingeniero que está reconciliándose con su mujer, Allison (Morena Baccarin).
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A punto de celebrar el cumpleaños de su hijo Nathan, recibe una extraña alerta en su teléfono: debe trasladarse a un búnker, pues un cometa se acerca a la Tierra.
Lo decíamos: hay una actitud socarrona hacia las cintas de este actor, al esperar oootra película con harto guamazo, pero sin talento creativo.
SORPRESA
El tema no es nuevo, pero su confección narrativa nos mantiene con los ojos pegados a la pantalla.
La concatenación de eventos se da como un dominó perfectamente diseñado para causar en la audiencia asombro y expectación absorbente (cualidad nada desdeñable, habiendo tantas películas de desastres).
Tendrá que ver que Butler no juega aquí el papel del héroe invencible, sino un rol que se percibe más realista: un padre confrontado con circunstancias extraordinarias, más reactivo que activo y, ciertamente, más vulnerable.
Eso, aunado a una producción sensacional y a un gran ritmo, hacen de esta película un disfrute palomero perfecto. Aquí, Butler es un imán, no un freno.