Gobierno, indolente con los productores

Camargo, Tam.

El Gobierno Federal no ha sido congruente con lo que dice y con lo que hace, pues mientras en el discurso se compromete y asegura que trabaja para apoyar la producción y a los hombres del campo, en los hechos les reduce los estímulos, además de retrasar como ningún gobierno anterior, la entrega de los subsidios.

Uno de los golpes más demoledores que asestó a los agricultores el Gobierno de Enrique Peña Nieto, fue la disminución de los apoyos del programa “Proagro Productivo”, mejor conocido como “Procampo”.

La federación sólo cambió el nombre de “Procampo”, para empeorarlo, pues de tajo y sin previo aviso, redujo el apoyo en casi un 30 por ciento, pues de los 963 pesos que se otorgaban por hectárea, ahora sólo están dando 700 pesos.

En vez de haber bajado ese estímulo a la producción, deberían haberlo incrementado, porque de acuerdo al convenio establecido en su momento, durante el proceso del Tratado de Libre Comercio, cuando Carlos Salinas de Gortari, era presidente de México, la federación se comprometió a que se daría como “Procampo”, a los agricultores de México, lo equivalente a 100 dólares.

Al irse devaluando el peso, “Procampo” se estancó por muchos años en los 963 pesos, hasta que al Gobierno de Peña Nieto se le ocurrió disminuir ese estímulo, en contra de toda lógica y justicia.

Para el Presidente de la Pequeña Propiedad en Camargo, Juan Bazán Alanís, la reducción del apoyo de “Procampo”, como le siguen diciendo los agricultores, es ofensivo y lesivo para el productor, porque mientras los insumos está subiendo, los estímulos bajando, lo que va en contra de toda lógica y justicia.

Por otra parte, el precio del maíz amarillo con todos los apoyos que otorgue el gobierno federal, al parecer se mantendrá igual o quizá más bajos que el año pasado, lo que significará otra pésima noticia para los productores ribereños.

Tomando en cuenta los elevados costos de inversión y los bajos precios del maíz con todo y apoyos, el agricultor necesitará producir no menos de 6 toneladas por hectárea para poder obtener algo utilidad, explicó Bazán Alanís, líder de los parvifundistas. 

Por ello, demandó al Gobierno que incremente los apoyos económicos o estímulos a la productividad, para que la producción de maíz amarillo sea rentable.