Lujo en altamar

Ciudad de México

Existen travesías que hay que realizar al menos una vez en la vida y abordar un lujoso crucero de Oceania Cruises es una de ellas. 

Consciente de que sus pasajeros son exploradores de cepa, la naviera está a la vanguardia en cuanto al refinado lujo se refiere y, para constatarlo, hace poco vivimos una memorable experiencia a bordo de Vista, un navío que bien podría definirse como una oda al exquisito gusto. 

Éste, el séptimo barco de la flota fue bautizado en el Puerto de La Valeta, capital de Malta.

A 20 años del inicio de una travesía "en familia", destacó, Frank Del Río, presidente de la compañía, tanto los sueños de su padre y los suyos como los de su hijo y colaboradores han llegado a feliz puerto; así que emocionado y orgulloso aplaudió a la tripulación dirigida por el capitán Luca Manzi.

• Toda una catedral gastronómica a bordo.

CAPACIDAD PARA 1200 

Con capacidad para mil 200 huéspedes, el navío fue amadrinado por Giada De Laurentiis, restauradora, chef, y personalidad gastronómica reconocida internacionalmente.

"Si hablamos de extensión el Vista no es el barco más grande, aunque sí el más alto en exclusividad. Sobre todo por la experiencia gastronómica de excepción que ofrece a bordo", dijo a De Viaje Frank Medina, vicepresidente de ventas de NCL para América Latina. 

Ideal para sibaritas, en este navío es posible vivir una gran experiencia gastronómica en cada uno de los 11 espacios culinarios que ofrece. Tanto la calidad de los ingredientes como el proceso artesanal de elaboración se percibe en cada plato; por si fuera poco, es notorio el talento de los chefs en cada uno de los sitios. 

• Aquamar Spa + Vitality Center.

DELICIAS PARA EXIGENTES PALADARES

Para muestra, hay que gozar de las delicias italianas que se sirven en el restaurante Toscana; de la carta de contenidos saludables con dietas que presumen de un balance perfecto, en Aquamar Kitchen; de la finura de la cocina oriental en Red Ginger; de creaciones estadounidenses fusionadas con clásicos consagrados, en Ember; de inolvidables desayunos, almuerzos y cenas, en Terrace Café o de las celebraciones íntimas que se llevan a cabo en Privée. 

• Este colosal crucero es un verdadero privilegio.

MUCHO POR DISFRUTAR

Practicar golf, asistir a alguna clase de arte, intercambiar inteligentes charlas con otros pasajeros, asistir a espectáculos para tener noches de ensueño, tomar el sol mientras se disfruta de la alberca o algún jacuzzi exterior y, descansar en las amplias suites son algunas de las opciones.  

Es así  como entre un mar azul y un vaivén sin prisas se saborea cada amanecer, cada puesta de Sol y cada instante de vida en un crucero cuya sofisticación salta a la Vista.

• Cuenta con 11 espacios culinarios.