Kenny Avilés, un ícono del rock
La cantante tiene proyectado la publicación de un libro y una bioserie sobre su carrera, la cual pretende proyectar en Netflix
Guadalajara, Jalisco.- De personalidad extrovertida, irreverente, sensual y una distintiva voz, Kenny Avilés, originaria de Guadalajara, es una de las mujeres que han marcado la escena del rock en México desde los años 80.
Aunque no le fue fácil incursionar en una carrera cuyo ambiente era predominado por hombres, Kenny celebra tener el reconocimiento del público y el de sus compañeros rockeros, pues a muchos de ellos también les abrió brecha en este género.
“Fue bastante difícil porque hay machismo en el rock, entonces sí, sí me costó trabajo incursionar, pero ellos no esperaban que yo tuviera tantos huevos y tantos ovarios para lograrlo. Me la pelaron”, bromea la cantante.
- Kenny Avilés creció en la Colonia Chapalita, hija de expertos en herbolaria, quienes tenían su expendio de plantas medicinales a espaldas del Teatro Degollado.
DE FAMILIA NUMEROSA
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Su familia es numerosa, pues tuvo 11 hermanos, por lo que en su casa siempre se sentía un ambiente alegre, además, cuenta, nunca fueron convencionales.
“Vengo de una familia fuera de lo normal. Teníamos unos vecinos súper fresa, los Amutio y nosotros éramos como los Locos Adams, pero en los locos Avilés, es que en mi casa todo era azteca, hasta la alberca tenía de trampolín la figura de Tláloc, el Dios de la Lluvia, además de que siempre había fiesta en casa.
“Principalmente mis hermanos mayores fueron quienes me influenciaron en la música de rock, uno de ellos estuvo un tiempo en Los Spiders, banda que fue muy famosa. Los Maná, antes de ser Maná, iban a casa en Navidad, era la pura fiesta y mis papás siempre muy alivianados”.
Fue casi a los 18 años cuando conoció a Ricardo Ochoa, músico y productor, con quien incursionó de manera profesional en la música.
Ochoa, fundador de la banda Peace and Love, que se convirtió en los 70 en una de las precursoras del movimiento Chicano en México, fue el primer esposo de la tapatía y con él formó su primera agrupación: Kenny and The Electrics.
“Me fui a vivir a Ciudad de México con Ricardo Ochoa, me puse a estudiar canto un tiempo y cuando tenía como 20 años nos fuimos a Estados Unidos a seguir estudiando música. Para finales de los 70 formamos Kenny and The Electrics.
“Eramos tres mujeres y dos hombres. Con esa alineación que hicimos en Estado Unidos regresé a México en los 80, casi todo lo cantaba en inglés. Desde ahí siempre mi proyecto ha sido Kenny and The Electrics, solo cambié el nombre al español”, platica.
Con su proyecto musical, característico por el sonido del new wave, Kenny trajo consigo una nueva generación en el panorama femenino del rock, tras grandes músicas como Baby Bátiz, Mayita Campos y Norma Valdez, quienes habían hecho lo suyo en la escena durante la década de los 60.
“Éramos pocas mujeres haciendo rock, pues la mayoría de artistas femeninas estaban en el pop”, rememora.
Ya de vuelta en el País, la cantante modificó la alineación de su banda, los primeros en ser parte de ella fueron Aleks Syntek y Sabo Romo.
“A lo largo de 45 años de trayectoria he tenido en la banda poco más de 50 músicos hombres. Muchos de ellos son ahora muy famosos, desde integrantes de Caifanes, Molotov. un chingo.
“Ese lado machista del rock, por ejemplo, me tocó en programas como el que conducía Ricardo Rocha, él ni me volteaba a ver en las entrevistas, ni preguntas me hacía, como si yo ni existiera.
“Así me pasaba casi en todos lados, a mí no me pelaban. Para todo se dirigían con los hombres de mi banda, pero a mí como que me valía una chingada, yo sabía que la que lucía en el escenario era yo”.
Muchos de los artistas que querían dedicarse al rock buscaron ser parte de Kenny y Los Eléctricos, por donde pasaron también Lino Nava, de La Lupita; Jorge “Chiquis” Amaro y hasta Alejandra Guzmán.
SUS ALIANZAS
Incluso, proyectos que comenzaban, como Caifanes, se asociaban con Kenny y su pareja para realizar tocadas, ya que no contaban con el equipo técnico para los shows que se realizaban aún en los llamados hoyos funkys.
“Alejandra Guzmán comenzó conmigo, se quedaba a dormir en mi casa, fui como su coach. A Silvia Pinal le decía, ‘tu la pariste, pero es mi hija rockera’. Hoy en día no tengo contacto con ella, pero la veo en los medios, en la tele y digo no mames, pues es mi Kenita”, dice.
Kenny y Los Eléctrico han grabado alrededor de una quincena de álbumes como No Huyas de Mi (1988) y Si No Estás Aquí (1993), de donde se desprenden sencillos como “Satisfáceme” y el homónimo al último material en mención, que a la fecha son unos clásicos del rock nacional.
“En 1990 me separé de Ricardo Ochoa y comenzó una nueva etapa en mi vida y carrera, porque él era parte de todo. Al tiempo conocí a mi segundo esposo, Alex Carrum, que también entró a la bada”.
Felipe Staiti, guitarrista de Enanitos Verdes, estuvo un tiempo en la agrupación durante el arranque de la segunda etapa.
En el año 2000, Avilés lanzó uno de sus discos favoritos: Alma Beta, que incluye otro de sus clásicos llamado “Dicen Por Ahí”.
“Nunca fui santo de devoción de los premios que dan en la industria y jamás me peló una disquera internacional, se lo perdieron, seguramente pensaron que yo estaba en el rock de puro hobby.
“El único reconocimiento que me hubiera encantado tener es salir en la portada de (la revista) Rolling Stone, porque llegué a salir pero en interiores, de ahí en más tengo el más importante para mí, que es el reconocimiento del público y los rockeros”, afirma.
En 2021 la banda Kenny Los Eléctricos lanzó el álbum Su Majestad y para este año pretende realizar un concierto especial con invitados de lujo.
En noviembre de este año se cumple el 44 aniversario de Kenny y Los Eléctricos, contando desde su llegada a México como banda, y 46 desde que se ideó el proyecto.
Otros proyectos a mediano plazo son la publicación de un libro y una bioserie sobre su carrera en el rock and roll, la cual pretende proyectar en Netflix, aunque apenas está en pláticas con ejecutivos.
CUANDO SALIÓ EN PLAYBOY
No era su sueño, pero en 1996, Kenny Avilés apareció en la revista para caballeros Playboy.
“Tenía 43, 44 años cuando me contactaron para posar, raro que alguien de mi edad saliera, todas las que salían estaban chavitas, pero yo siempre al natural () No era el sueño de mi vida, pero me pagaron chido y acepté.
“Me conectó Stephanie Salas (nieta de Silvia Pinal), ella les contó que tenía bubis bonitas y que siempre me las asoleaba en la playa”.