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Excentricidad, elegancia y más

Regresa a su tradicional primer lunes de mayo, la noche de la moda más grande del año

Nueva York, E.U.

Excentricidad, elegancia y más

Han pasado menos de ocho meses desde la última gala, un evento benéfico anual que recauda millones de dólares para el Instituto de Vestuario del Museo Metropolitano de Arte. Antes de la pandemia, asistían unas 600 figuras destacadas de la moda, el deporte, la música, el cine, la televisión, la tecnología y más. Este año y el pasado, la cifra ha estado más cerca de los 400. La gala de 2020 se canceló por completo.

El año pasado, se recaudaron más de 16,4 millones de dólares. El evento tachonado de estrellas aporta al instituto la mayor parte de su presupuesto.

La gala de este año coincide con la inauguración de la segunda de dos partes de una exposición en el Instituto del Vestuario enfocada en la moda y el estilo estadounidense. El código de vestimenta de la noche es glamour dorado y corbata blanca, al estilo de la Edad Dorada, ese período tumultuoso entre la Guerra Civil y principios del siglo XX conocido por sus magnates ladrones, su drama y grandeza.

LEGENDARIA FECHA

La caminata de este año por la gran escalinata del Met devuelve la gala a su lugar legendario el primer lunes de mayo y podrá verse en vivo en el sitio web de la revista Vogue.

Anna Wintour de Vogue dirige el evento desde 1995. Es también una de las copresidentas honorarias de la noche, junto con el diseñador Tom Ford y Adam Mosseri de Instagram. Los copresidentes oficiales para 2022 son Regina King, Blake Lively, Ryan Reynolds y Lin-Manuel Miranda.

El costo de un asiento en la Gala del Met comenzaba el año pasado en 35.000 dólares, aunque algunos asisten gratis. Las celebridades a veces van acompañadas (y pagan sus cuentas) por los diseñadores que las visten u otras empresas que las invitan. Enfocada esta edición en la inclusión en la moda, puede que celebra e incluya a más diseñadores anónimos de lo habitual.

SU ORIGEN 

El evento es invención de la difunta Eleanor Lambert, una publicista de moda tan poderosa como Wintour en su época. En 1948, necesitaba idear una forma de pagar el recién formado Instituto del Vestuario, el único departamento del Met que debe recaudar sus propios fondos.



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