Realidad y ficción hacen la diferencia
Las expresiones culturales suelen ir de la mano del ‘zeitgeist’, y no es de extrañarse que los últimos años han visto varias películas mexicanas tratando el tema de las desapariciones en el País. En 2020 lo vimos en la extraordinaria Sin Señas Particulares, el año siguiente en La Civil, Noche de Fuego y hasta en La Caja, y en el 2022 vieron la luz Ahora que Estamos Juntas y Ruido
Ruido, tercer largometraje de Natalia Beristáin después de No Quiero Dormir Sola (2012) y la magnífica Los Adioses (2017), lleva en su nombre una clara intención de denuncia y consternación. En esta, Beristáin le da a su propia madre, la gran actriz Julieta Egurrola, el papel de una mujer cuya hija desapareció y que, frustrada por la incompetencia de las autoridades, decide tomar cartas en el asunto.
Seguramente hay y habrá más, con cineastas ávidos(as) de poner el ojo en un problema sistémico que parece no tener fin, y sobre todo en el de las madres desesperadas cuyas vidas están marcadas por un antes y un después.
Beristáin hace algo interesante con su relato, mezclando una historia de ficción con elementos que rayan en el documental, mostrando colectivos y víctimas reales que en su desolación y enojo se han convertido en familias, madres, hermanas, hijas.
RUIDO
- Tres Estrellas
- Directora: Natalia Beristain.
- Actúan: Julieta Egurrola, Teresa Ruiz y Adrián Vázquez.
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