Hazme el Favor

Luego llegó Hazme el Favor, y le pareció lo más chistoso que le habían ofrecido en años. Después de ver los materiales promocionales, la película llegaba justo con esas expectativas.

 Lawrence interpreta a Maddie, una treintañera sin rumbo que está a punto de perder la casa que le heredó su madre. Desesperada por conseguir dinero, acepta el trabajo de salir con Percy (Andrew Barth Feldman), un adolescente retraído cuyos padres (Laura Benanti y Matthew Broderick) lo quieren preparar para la locura que será la universidad.

SECUENCIAS CHUSCAS

 A decir verdad, la película explota esta premisa con evidente gusto, dando rienda suelta a las habilidades cómicas de su protagonista, armando secuencias bastante chuscas alrededor de este inusual cortejo, recordando lo mejor de la filmografía de los hermanos Farrelly a finales de los noventa, e incluso sorprendiendo con algunas bufonadas visuales inesperadas.

 Todo pintaba bien, pero desafortunadamente el idilio termina en cuanto los sentimientos florecen.

 Como era de esperarse, la delgada línea en la que se movía la trama da paso a un típico melodrama hollywoodense políticamente correcto en la que salen a relucir traumas, secretos y problemas.

TALENTO MUSICAL

 En ese sentido, el conflicto me recordó a Querido Evan Hansen y producciones similares donde todo gira alrededor de una mentira y nada más estamos esperando el momento en que todo explote. Lo hemos visto hasta el cansancio, y como recurso narrativo es muy difícil salir avante.

 Curioso, también, que Feldman hizo su debut en Broadway precisamente en aquella obra, y aquí se le da la oportunidad de mostrar su talento musical, además de ponérsele al tú por tú a una estrella del calibre de Lawrence, quien nunca había estado tan desatada y es la principal razón por la que la película capta nuestra atención hasta el final.

LOS DETALLES

• Dos estrellas y media
• Dirige: Gene Stupnitsky.
• Actúan: Jennifer Lawrence, Andrew Barth Feldman y Natalie Morales.
• Duración: 103 min.