Los Delincuentes, candidato al Óscar
Los Delincuentes, sensación entre la crítica, es una película de atracos en la que no hay botines multimillonarios, ni violencia, ni frenéticas persecuciones policiacas
Ciudad de México
Los Delincuentes, sensación entre la crítica, es una película de atracos en la que no hay botines multimillonarios, ni violencia, ni frenéticas persecuciones policiacas. Juega contra las expectativas del género y hace sus propias reglas.
Con 3 horas y 9 minutos de duración, dividida en dos partes, de narrativa lenta, pero con ideas profundas, la cinta de Rodrigo Moreno también desafía al cine actual. Y le ha resultado.
En el Festival de Cannes, fue considerado uno de los mejores títulos. Medios tan disímiles como Cahiers du Cinema y Variety lo alabaron. Y la Academia argentina lo abrazó como su candidato al Óscar.
"Hay algo de la película que entra en diálogo con algo que excede el efecto cinematográfico, una necesidad que hay en el mundo del cine de que haya películas más libres, narrativas y más libres", reflexiona Moreno en entrevista.
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"Me parece que acá es la conjugación de que es posible contar una historia, incluso inscribirla en un género de robo o atracos, y al mismo tiempo hacer una película liberada del mandato de narración que impone el género. Hay una agotamiento de las formas de narración", agrega.
Morán (Daniel Elías) comente un robo modesto en el banco donde trabaja: apenas para vivir el resto de sus días sin el tedio laboral. A un compañero, Román (Esteban Bigliardi), le ofrece una parte del botín si guarda el dinero por unos años.
Él, Morán, confesará, cumplirá condena y, al salir, se volverá a encontrar con Román. Pero lo que a partir de ahí podría haber sido un angustioso thriller, Moreno lo desdobla, manteniendo interconectados a sus personajes.
La trama se tironea entre la asfixiante Buenos Aires, donde Román soporta las investigaciones en el banco, y las bucólicas montañas de Córdoba, donde esconde el dinero. Él, fuera, y Morán, tras las rejas, están ambos en diferentes encierros y explotan por libertad.
"El espectador se siente provocado. Lo que los interpela es que todos tenemos un trabajo, todos en algún momento estuvimos cansados de él, y todos en algún momento tuvimos la fantasía de: ¿y si dejo todo y me voy?´.
"Algo de eso se vuelve propio del género humano, en la vida moderna en que vivimos. Creo que la película se amiga con el espectador y encuentra una complicidad".
Moreno bebe de los clásicos. La premisa, que acabó retorciendo, la tomó de Apenas un Delincuente (1949), de Hugo Fregonese, y su gramática visual, con uso de pantalla dividida incluido, es un guiño, principalmente, a la Nueva Ola francesa.
"Hay algo de la Nueva Ola, también de cierto cine de género de los años 50 y 60, y de Jean-Pierre Melville, cineasta francés, que trabajaba el género policial, Y cierto aire de cine de Claude Chabrol, que me interesa, Éric Rohmer.
"En todo caso, lo que me interesa de la Nueva Ola es cómo revisitar el cine clásico, esa relación que hay entre las ideas más modernas, más existencialistas, aplicadas al cine de género, hay algo en lo que se vuelve un poco familiar".
Los Delincuentes recién se estrenó en cines. Posteriormente, llegará a la plataforma Mubi.
Alistan sus armas
Estas son algunas de las apuestas de países con tradición en el Óscar para alcanzar la nominación a Mejor Película Internacional.
Italia
Io Capitano, Matteo Garrone
Inglaterra
La Zona de Interés, Jonathan Glazer
España
La Sociedad de la Nieve, J.A. Bayona
Chile
Los Colonos, Felipe Gálvez
Francia
The Taste of Things, Tran Anh Húng
Japón
Perfect Days, Wim Wenders
Alemania
The Teacher´s Lounge, Ilker Catak
Dinamarca
The Promised Land, Nikolaj Arcel
Corea del Sur
Concrete Utopia, Um Tae-hwa