Entierran migrantes en jungla del Darién
Son inhumados con una tarjeta que contiene los pocos datos que han reunido los investigadores forenses
En un aislado cementerio de la provincia panameña del Darién, un grupo de migrantes que perdió la vida al intentar cruzar el tramo más traicionero en su ruta hacia Estados Unidos fue enterrado en una fosa con una tarjeta que contiene los pocos datos que han reunido los investigadores forenses en caso de que alguien reclame los cuerpos algún día.
Los funcionarios, con trajes de protección blancos, sepultaron 15 cuerpos -12 adultos, dos osamentas y un feto- en el pequeño camposanto de Guayabillo en Agua Fría. Un sacerdote con un crucifijo, una vela y dos flores blancas colocadas sobre una pequeña mesa al lado de la fosa realizó una ceremonia sencilla.
En las bolsas de los cadáveres se colocaron en una hoja blanca plastificada indicaciones como “Desconocida en Bajo Grande”, “Desconocido de Rio Tuqueza”, “Infanta desconocida” y “Osamenta desconocida”.
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“Es la mínima cosa que se puede hacer, enterrarlos dignamente”, dijo a The Associated Press el sacerdote Nicolás Delgado Diamante, quien lleva 25 años en Darién.
Desde hace mucho los migrantes que logran sobrevivir el cruce de la inhóspita jungla del Darién han dado testimonio de la presencia de numerosos cadáveres a lo largo de una ruta en la que se topan con un tramo al que llaman la “Montaña de la muerte”, con ríos caudalosos -especialmente en temporada de aguaceros-, insectos y víboras venenosas.
Llegan más Incontenibles
- Al día siguiente del entierro, más de 800 migrantes llegaron a la estación de recepción de Lajas Blancas en botes a motor por el río Chucunaque desde Bajo Chiquito para sumarse a casi 300 que esperaban abordar autobuses para seguir su ruta hasta otro campamento en la provincia panameña de Chiriquí, en la frontera con Costa Rica.
- El haitiano Iseris Shily, de 34 años, y su esposa Siberisse Evanette, de la misma edad, estaban entre ellos. Shily contó a la AP que demoró casi una semana para cruzar la jungla darienita, una travesía en la que no sólo su esposa embarazada abortó a su bebé y casi muere, sino que aseguró haber visto a seis migrantes que morían en un río.
- “Muy difícil esta tragedia”, señaló Shily, quien salió de su natal Haití en octubre de 2017 con destino a Chile, dejando atrás a su hija de siete años. “Es una aventura que no quiero volver a vivir”.
- La esposa de Shily había sido enviada a un hospital tras sufrir una hemorragia, mientras que los recursos se les había terminado a la pareja. El haitiano estaba buscando la manera de comunicarse con familiares en Estados Unidos para que le enviasen dinero.
- “Mi objetivo es llegar a Estados Unidos, buscando una vida mejor”, señaló Shily. “Estoy esperando volver a ver a mi hija pero tengo miedo que me manden (deporten) a mi país porque allá hay muchas cosas malas. La gente armada está matando a la gente en la calle, el país tiene una crisis política y no tiene gobierno”.