El opositor ruso Navalny será hospitalizado en otra prisión

MOSCÚ

El médico de Navalny dijo hace dos días que su salud se estaba deteriorando con rapidez y que el crítico del Kremlin, de 44 años, podría estar al borde de la muerte.

Navalny será trasladado a un hospital para presos en otra colonia penal en Vladimir, una ciudad 180 kilómetros (110 millas) al este de Moscú, indicó en un comunicado el servicio de prisiones estatales, FSIN. El comunicado describió el estado de Navalny como “satisfactorio” y señaló que ha aceptado tomar suplementos vitamínicos.

El médico de Navalny, Yaroslav Ashikhmin, dijo el sábado que los resultados de las pruebas que le envió la familia de Navalny mostraban niveles muy altos de potasio, lo que puede provocar un ataque cardiaco, y niveles elevados de creatinina, lo que apunta a problemas de riñón.

Navalny se puso en huelga de hambre en protesta porque no se permitiera que sus médicos le visitaran cuando empezó a sufrir fuertes dolores de espalda y pérdida de sensibilidad en las piernas. El servicio estatal de penales ha alegado que Navalny recibe toda la ayuda médica que necesita.

En respuesta a las alarmantes noticias sobre la salud de Navalny, sus aliados han convocado manifestaciones nacionales para el lunes, el mismo día que el presidente, Vladimir Putin, tiene previsto ofrecer su discurso anual sobre el estado de la nación.

Navalny, el opositor más firme a Putin, fue detenido en enero a su regreso de Alemania, donde había pasado cinco meses para recuperarse del envenenamiento con un agente nervioso, que atribuye al Kremlin. Las autoridades rusas han rechazado las acusaciones. La detención de Navalny desencadenó protestas masivas en toda Rusia, la mayor muestra de desafío la gobierno en los últimos años.

Poco después de la detención, una corte ordenó que Navalny cumpliera dos años y medio de cárcel por una condena de malversación de fondos impuesta en 2014. El opositor ha tachado los cargos de inventados y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos describió la condena como “arbitraria y claramente poco razonable”. El político fue trasladado el mes pasado a una colonia penal al este de Moscú conocida por las duras condiciones que sufren los reos.

Navalny ha denunciado privación de sueño debido a que los guardias hacen comprobaciones en su celda cada hora por la noche, y refiere que ha desarrollado un fuerte dolor de espalda y entumecimiento en las piernas en las semanas desde que fue trasladado a la colonia. Sus demandas de ser visitado por un médico independiente “civil” fueron rechazadas por las autoridades penitenciarias. Inició su huelga de hambre el 31 de mayo.

En un mensaje desde la prisión el viernes, Navalny dijo que los funcioanrios penitenciarios le habían amenazado con alimentarle por la fuerza “de forma inminente” empleando “una camisa de fuerza y otros placeres”.