Desviaron PFs autobús de normalistas
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Los federales encañonaron a los estudiantes y los obligaron a bajar del autobús Estrella Roja 3278 en la cercanías del Palacio de Justicia, aunque no los detuvieron, de acuerdo con testimonios de los alumnos y del chofer de la unidad recabados por los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Los jóvenes que iban en ese autobús lograron escapar y ninguno de ellos está entre los desaparecidos.
Según las investigaciones del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), el conductor de la unidad afirmó en un primera declaración manuscrita del 26 de septiembre de 2014 -que luego cambió radicalmente-, que los agentes federales que se trasladaban en dos patrullas le ordenaron que se dirigiera a la caseta de Iguala, hasta donde lo escoltaron.
Ahí, le dijeron que se comunicara con "su patrón" en la empresa, desde donde le dieron la instrucción de que se dirigiera a Jojutla.
"Dos patrullas de federales me guiaron hacia la caseta de cobro y ahí me digieron (sic) que me reportara con mi patrón para que me indicara qué es lo que iba a hacer con el autobús, y hablé a tráfico de Cuautla y me dieron indicaciones que me viniera para Jojutla y de Jojutla me enviaron a Cuautla de las 5:00 am", escribió el chofer en esa primera declaración.
Los agentes federales no hicieron referencia al hecho en las declaraciones que rindieron ante la PGR y tampoco el Comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, se refirió a este hecho en las entrevistas que sostuvo con el grupo independiente, dijeron los expertos en entrevista con REFORMA.
El GIEI entrevistó a policías federales adscritos a Iguala y aún quedan pendientes cuatro entrevistas, entre ellas la del comandante, e hizo un llamado a las autoridades a investigar y aclarar lo sucedido con el autobús que fue tomado por los normalistas esa noche, pero que no fue incluido en las investigaciones de la PGR.
"El hecho de que el autobús no apareciera registrado en la investigación y se hubiera narrado sobre el mismo un suceso que no ocurrió (que fue destruido a la salida de la estación, como consignó la PGR en el expediente) es en sí mismo un elemento de sospecha.
"¿Por qué se omitió? ¿Por qué no se procesó? ¿Por qué no se tomaron evidencias? ¿Por qué no se identificó hasta que el GIEI señaló su existencia?", cuestionaron los expertos de la Comisión Interamericana en el informe presentado el domingo.
Contradicciones
El chofer del Estrella Roja cambió su versión de los hechos en declaraciones posteriores en las que dijo que los normalistas se bajaron del autobús apenas saliendo de la terminal porque pensaron que el camión no estaba en buenas condiciones.
Por otra parte, en la consignación que hizo PGR de los hechos efectivamente hay una referencia a un autobús tomado por normalistas, además de los otros dos abordados en la central de Iguala de la empresa Costa Line, pero se señala que éste fue destruido por los estudiantes, algo de lo que no existe evidencia alguna, afirmaron los integrantes del GIEI.
En el documento, el grupo exhorta a la PGR que investigue a qué se deben las contradicciones entre las dos versiones brindadas por el chofer del autobús entre sí y con las declaraciones ya contrastadas de los normalistas.
También, a qué se debe que la existencia de este autobús se haya omitido en el expediente, "debido a que estos hechos tienen un papel clave en las circunstancias del ataque a los normalistas tal y como ha sido señalado en este informe".
En una de sus recomendaciones, los integrantes del GIEI exhortan a investigar el tráfico de drogas desde Iguala en autobuses de pasajeros, y señalan que hay antecedentes de casos documentados en Estados Unidos.
"La acción de tomar autobuses por parte de los normalistas (...) podría haberse cruzado con dicha existencia de drogas ilícitas (o dinero), específicamente en ese autobús", se lee en el informe.
"El negocio que se mueve en la ciudad de Iguala podría explicar la reacción extremadamente violenta y el carácter masivo del ataque, su duración en el tiempo e incluso el ataque posterior contra Los Avispones (de Chilpancingo, equipo de futbol), al existir un autobús, tomado por los estudiantes que no había sido detenido. A pesar de esto, esta línea de investigación no se ha explorado hasta ahora", se afirma en el documento.
Con información de Diana Baptista