Desfogan ‘flujo’ migratorio a EU
En las listas de mayor antigüedad, todavía quedan pendientes alrededor de 50 personas más
El director del albergue para migrantes “Senda de Vida”, Héctor Silva, informó que en Reynosa ya lograron cruzar hacia Estados Unidos más de 750 personas inscritas al Acuerdo de Protección al Migrante (MPP) por sus siglas en inglés, pero solamente quienes forman parte de las listas del 2019.
Los llamados se mantuvieron en pausa por cuestiones del Covid-19, pero a finales de marzo del 2021 lograron reactivarse, y en la actualidad, en las listas de mayor antigüedad, todavía quedan pendientes alrededor de 50 personas más, quienes esperan ser solicitados en próximos días. “Afortunadamente ya casi terminamos con la lista del 2019, es decir, del rezago que dejo la pandemia, teníamos un promedio de 800 personas inscritas y se han estado llamando en grupos, ahorita ya solo nos faltarían unas 50 personas, ojalá que antes de que concluya abril se puedan terminar las citas y que así, avancemos con otras listas”.
El llamado va conforme a grupos pequeños, que por lo general no rebasan las 40 personas.
Una vez que son requeridos en el extranjero parten a través de unidades de transporte público hacía el Valle de Texas, por el Puente Internacional Reynosa-Hidalgo.
¿Y EL RESTO?
Silva destacó que la expectativa para el grupo del 2019, es que este mes se terminen los llamados, para así, se comiencen revisar los documentos de los inscritos en el 2020 y 2021, cuya lista asciende a más de 2 mil.
“Es un fenómeno impresionante el de la migración, jamás nos habíamos enfrentado a algo como esto, en las listas del 2020 para acá tenemos a 2 mil 200, personas de diversas nacionalidades pero en su mayoría centroamericanos, haitianos y africanos, quienes salen desplazados por cuestiones de inseguridad o de conflictos que ponen en riesgo su vida”.
Entre los migrantes que están esperando el llamado a Estados Unidos se encuentran bebés, menores a los 17 años, madres que ya tienen a un hijo en el extranjero, así como personas que dejaron a sus familiares en sus ciudades de origen.
Por los protocolos del Covid-19, las casas del migrante solo operan al 50 por ciento de capacidad, por ello, en su espera los migrantes deben rentar casas o cuartos con recursos propios, lo mismo para el alimento.