La herencia de Luis XIV

París, Francia

En Versalles el tiempo no pasa. Desde hace más de 300 años se ha mantenido como uno de los palacios más importantes del mundo y, ahora, incluso sin un monarca, vuelve a tener el foco internacional, por su participación en los Juegos Olímpicos.

Para la competencia que iniciará el próximo 26 de julio, el complejo espera recibir a 40 mil espectadores, que llegarán no sólo a apreciar su grandeza y elegancia, sino a ser testigos de las competencias de equitación y pentatlón moderno.

El escenario de butacas azules, que ya caracteriza a esta contienda, está en proceso de concluir su montaje a unos cuatro kilómetros del castillo, justo frente al Grand Canal, lo que ha permitido que quienes transitan por la zona observen los trabajos de instalación y, aunque aún hay opiniones encontradas, se puede respirar un poco más de entusiasmo que en el centro de París.

Durante su paseo en bicicleta, un grupo de cinco amigos detienen sus vehículos para tomarse fotos al costado de las gradas, detrás de la reja que los separa del área olímpica, para luego hacer su mejor trabajo de fotógrafos esquivando los obstáculos y tener tomas de las gradas.

Aquellos hombres, quienes probablemente rebasan los 50, hacen algunos chistes sobre su edad y afirman que será un evento histórico, por lo que deben guardar sus capturas para la posteridad.

Las competencias ecuestres llegarán a Versalles.

Por su parte, la familia de Céline también se detiene a beber un poco de agua. Durante su corta pausa, sus hijos de ocho y cinco años preguntan qué es todo el mobiliario y, mientras ella les explica, les toma una foto con el escenario de fondo.

"Nosotros vamos a ver esta competencia por televisión para apoyar a Francia", refiere.

Dos amigos más, sin embargo, cruzan por el recinto, asegurando que se está destruyendo el parque, principalmente por un estanque temporal que se instalará poco antes del evento.

De acuerdo con el comité organizador, se prevé la instalación de un pequeño lago en forma de flor de lis haciendo referencia a la monarquía francesa, especialmente a Luis XIV, quien era un aficionado de los caballos.

El rey francés fue uno de los principales promotores de las competencias ecuestres desde 1670, era tal su afición que mandó construir las caballerizas conocidas como el "Gran Establo" en las que se podían alojar hasta 600 ejemplares de la corte real, entre ellos, su favorito, "Monsieur le Grand", su potro de cabecera.

Los trabajos para montar las tribunas en Versalles se están intensificando.

Así, la historia de Francia en el mundo equino dio una vuelta de 180 grados, pues se volvió parte de su cultura, al punto que en la actualidad, el país galo es una de las potencias en esta disciplina, manteniéndose entre los cinco mejores del mundo. 

Las caballerizas reales, por su parte, han pasado a ser una Galería de Carrozas abierta al público, donde eventualmente también se llevan a cabo espectáculos de la Academia Ecuestre de Versalles. 

Para albergar a los caballos durante la justa olímpica, los organizadores instalarán caballerizas con aire acondicionado a lo largo del parque, pues para julio y agosto se espera que la temperatura pueda alcanzar alrededor de los 35 grados.

Sin duda, para quienes tengan la fortuna de vivirla, será una experiencia única disfrutar de competencias olímpicas en el Palacio de Versalles.

Las zonas donde se realizarán las competencias olímpicas ya se encuentran aisladas.