¿Dónde están, perros?
Decide la joven gladiadora dedicarse a la lucha inspirada por los Perros del Mal
Aunque Marianne es una luchadora técnica, en su corazón está clavada su admiración por los Perros del Mal.
La joven nacida en Francia, de padre galo y madre mexicana, comparte que fue su progenitora quien la llevó desde pequeña a la arena México, en la etapa donde la facción comandada por el Hijo del Perro Aguayo era la que rifaba en la Catedral y a partir de ahí inició su gusto por el pancracio.
"Desde que estaba chiquita mi mamá me llevaba a la Arena México, cada viernes iba a ver a los Perros del Mal y siempre dije que quería ser luchadora y sería la Princesa Perra del Mal, desde ahí nació mi pasión por la lucha libre.
Hubo un tiempo en el que entrené en la arena México y recibí consejos del Terrible y eso para mí fue algo increíble porque él era un Perro del Mal; también cuando tomé clases con Demus, quien era Pequeño Damián 666, son cosas muy padres", indicó la gladiadora de la Arena Rey Bucanero.
La estudiante de Ingeniería Industrial en la UNAM asegura que precisamente por lo vivido en su niñez, en algún momento de su vida su sueño fue luchar en la arena México, por lo que no lo descarta en un futuro.
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"Por ahora estoy enfocada en darme a conocer en el terreno independiente, ser de las mejores, y si la vida me da la oportunidad, claro que sería un sueño estar en la Catedral de la lucha libre".