A derribar gigantes
Emiliano Hernández es el primer medallista mundial mexicano y latinoamericano en la historia del pentatlón moderno y un prospecto a medalla olímpica en París
Emiliano Hernández espera derribar gigantes en París 2024.
Y no es algo nuevo para él. De hecho, ha peleado contra la adversidad desde que nació.
La madre del pentatleta mexicano, Celeste Uscanga, tuvo complicaciones en el embarazo en la semana 34 y permaneció hospitalizada para que Emiliano ganara un poco más de peso y talla hasta la semana 36. Desde entonces, sin una gran talla, mostraba su habilidad para superarse.
Hoy en día, sus 1.70 metros de estatura contrastan con los casi 1.90 m del actual campeón olímpico y mundial Joe Choong, quien tiene esqueleto de gigante, y Emiliano quedó a 5 puntos de arrebatarle la medalla de oro en el Campeonato del orbe.
Hernández es el primer medallista mundial mexicano y latinoamericano en la historia del pentatlón moderno y un prospecto a medalla olímpica en París, en una disciplina de cinco deportes dominada históricamente por europeos, en particular por Hungría y Suecia.
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"Hay personas que son agraciadas con medir 2 metros y ser unos mastodontes; hay otros que tenemos que encontrar la fuerza en el corazón y en la perseverancia de todos los días", afirma Emiliano en entrevista con CANCHA.
HABILIDAD Y CORAZÓN
Su padre, Marcelo Hernández, recuerda que cuando su hijo era un niño sus piernas volaban al montar a caballo.
Y es con agilidad y explosividad en la esgrima que le compite a sus rivales de frente y no hacia arriba.
Sólo su círculo cercano sabe que en el entorno internacional lo conocen como "Speedy Gonzales" porque no le ven ni el polvo al correr.
"El darme cuenta que mi más grande fortaleza es mi corazón y esa entrega que tengo ha hecho que supla esos 20 centímetros que tienen los europeos", asegura el abanderado de la Delegación Mexicana para los Juegos Olímpicos París 2024.
Emiliano aprendió a nadarle a sus rivales al mismo ritmo, las vueltas las realiza como alguien que solo se dedica a nadar y esto lo ha logrado con grabaciones subacuáticas. Depurar su técnica es la única manera de competirles para compensar la brecha del físico y no quedar en desventaja con las largas brazadas de sus competidores.
Con las facultades que tiene en equitación no necesita altura, solo repeticiones, distancia y saltos de 60 a 80 centímetros. Emiliano es una amenaza para los húngaros.
A su hermano mayor Ismael, bronce en Río 2016, lo considera el Arktika, el monstruoso rompehielos ruso, pues fue él quien le abrió camino, y ahora Emiliano quiere ser el segundo medallista olímpico mexicano en pentatlón.
X: @YGayossoCANCHA