De vuelta a su casa
Fue a enfrentar a la canadiense Marie Pier Houle y retorna entre vivas, porras, aplausos, sollozos y lágrimas
En el Puertecito de la Virgen no hay un alma que no sepa quién es Jeanette Zacarías.
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El 20 de agosto, la boxeadora salió rumbo a Montreal colmada de ilusiones para enfrentar, ocho días después, a la canadiense Marie Pier Houle. Anoche volvió vitoreada, entre porras, aplausos, cánticos, sollozos y lágrimas.
Todo el barrio esperaba a Jeanette, quien llegó escoltada por decenas de personas que inundaron las inmediaciones del número 204 de la calle Felipe Ángeles, el lugar en el que los citaron para velar el cuerpo de la joven de 18 años, fallecida el 2 de septiembre, a causa de las secuelas que le dejó un nocaut cinco días antes.
“¡Mamá, ya está llegando Jeanette, haré un ‘live’ de Facebook para que todos lo vean!”, le gritó una joven a su madre.
Alrededor de 200 personas armaron una valla para darle la bienvenida a la carroza fúnebre y la tecnología permitió que otro centenar compartiera su dolor a la distancia.
“¡Te amamos Jeanette!”, “¡A la bio, a la bao, a la bim, bom, bá, Jeanette, Jeanette, ra ra ra!”.
Estas y otras muestras de cariño se escucharon cuando el féretro color hueso con detalles dorados descendió de la camioneta para entrar al Salón Ejidal.
“Es una desgracia, era una gran muchachita, era deportista”, dijo Doña Cristina, una vecina que llegó al Salón Ejidal para despedir a la nueva leyenda local.
Las 100 sillas dispuestas para la ceremonia resultaron insuficientes. Primero entró la familia y enseguida comenzaron a entrar muchísimas personas.
Para acceder les pedían que ponerse gel antibacterial y utilizar tapaboca, pues la pandemia del Covid-19 todavía no respeta el duelo.
“Era una gran amiga, siempre con la sonrisa, es muy triste”, dijo Daniela, quien era apapachada por otros vecinos.
El féretro tenía encima unos guantes rosas y un calzoncillo de boxeo. Muchos aplaudían, pero otros no daban crédito y no dejaban de llorar.
Entre muestras de amor, pancartas, globos y hasta el diploma que le dieron por su última pelea, despidieron a Jeanette.
Los guantes de Jeanette fueron colocados sobre el féretro.