DaCosta y Peele desafían a nueva generación con "Candyman"
“Candyman” siempre fue más que una película de terror superficial. La cinta de 1992 lidiaba con la clase, la raza y el trauma. Pero casi 30 años después, una nueva versión que se estrena en cines el 27 de agosto recupera y vuelve a centrar la narrativa en torno a la experiencia de la comunidad negra
La película original tomó las semillas de un cuento de Clive Barker ambientado en un barrio pobre de Liverpool y las trasladó al proyecto de vivienda Cabrini-Green de Chicago, donde el Boogeyman era negro y el mundo era visto a través de una cursante de doctorado blanca que estudiaba mitos urbanos. La película fue tanto elogiada como criticada por cineastas negros que señalaron estereotipos raciales retrógrados.
Franklin dijo que era “irresponsable y racista”.
Pero también fue lo suficientemente exitosa como para generar dos secuelas y resultó ser una película formativa para un joven Jordan Peele, quien la consideró un hito en cuanto a representación en pantalla. Tras el éxito de Peele “Get Out” ("¡Huye!"), el realizador y su compañía Monkeypaw Productions pusieron la mira en una película de “Candyman” y contrataron a la cineasta Nia DaCosta para que la dirigiera.
DaCosta sólo había dirigido una película independiente, el bien recibido drama criminal “Little Woods”, cuando su agente se enteró del proyecto de Peele.
“Siempre le dije (a mi agente) lo que quería hacer e hice ‘Little Woods’, que fue una gran experiencia, pero también quería hacer películas más importantes, películas de género y películas de terror y de Marvel”, dijo DaCosta, de 31 años. “Él les presentó mi trabajo y simplemente terminó funcionando... No quiero proponer algo si realmente no tengo una idea clara y pasión por lo que será. Creo que respondieron a ese nivel de detalle y pasión que tenía”.
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Descrita como una “secuela espiritual” de la primera película, el “Candyman” de DaCosta y Peele, quien coescribió el guion, pone en el Chicago actual a sus protagonistas: una exitosa directora de galería, Brianna (Teyonah Parris), y su novio, el artista visual Anthony (Yahya Abdul-Mateen II). Viven en un apartamento de lujo en el ahora aburguesado Cabrini-Green, pero la podredumbre del pasado persiste. Un residente de mucho tiempo interpretado por Colman Domingo le cuenta a Anthony sobre la tradición de Candyman y pronto la inquietud y el terror corporal comienzan de nuevo.
“El mundo del arte es muy ostentoso y glamoroso y Brianna es muy rica, vive en este increíble apartamento, y Chicago es una ciudad hermosa”, dijo DaCosta. “Quería realmente yuxtaponer ese mundo hermoso y exuberante con los horrores que hay adentro”.
Abdul-Mateen II predice que “Candyman” será un tema de conversación.
“Fuera del valor del entretenimiento, está la oportunidad de hablar realmente sobre el estado del mundo”, dijo el actor. “Hay una historia de marcas no deseadas celebradas por razones por las que no queremos que nos celebren. Esta película trata sobre eso y muestra lo que sucede cuando recuperas nuestras historias”.
Los temas tampoco son sólo telones de fondo. El guion incluye personajes que discuten la gentrificación y los privilegios. Un personaje incluso dice a los blancos: “A ustedes les encanta lo que hacemos, pero no nos quieren a nosotros”. Era un diálogo que DaCosta sintió que era especialmente importante tener en la película.
“A veces sólo tienes que hacer el texto del subtexto”, dijo la directora. “Realmente habla de cómo mientras nos comportamos de cierta manera y producimos algo que se consuma o tenga un lugar, ya sea de manera consumista o respetable, estamos bien. Pero una vez que te sales de eso, una vez... que alguien se atreve a responderle a un policía o lo que sea, entonces hay un problema”.
Aunque es una película claramente distinta de “Get Out”, con sensibilidades diferentes, “Candyman” está preparada a inspirar y provocar de manera similar.
“Es realmente un análisis de quiénes somos ahora en nuestra cultura y, con suerte, ayudará a mover la aguja y a mejorar al ir a estos espacios oscuros y desempaquetar el terror interno, el verdadero horror”, dijo Domingo. “Especialmente el terror con el que viven las personas de piel negra y morena todos los días”.
La película se completó a fines de 2019 e iba a estrenarse en 2020, pero se retrasó varias veces durante el año pasado debido a la pandemia. Domingo dijo que, tras el ajuste de cuentas racial del último año, este es el momento perfecto para presentarla.
“Creo que es oportuno que no haya salido el año pasado; necesitábamos lidiar con lo que estábamos lidiando y estar en la calle, alzando la voz juntos, para finalmente tener un momento para dar un paso atrás y reexaminar”, dijo Domingo. “Creo que estamos dispuestos a hacer el trabajo ahora”.
“Candyman” también será un momento decisivo para DaCosta, cuya estrella sigue en ascenso con proyectos de alto perfil.
“Realmente es como una directora de la vieja escuela”, dijo Domingo. “Sabe lo que quiere. Es una directora muy, muy elegante. Se ve en cada fotograma de esta película”.
Dos semanas después de terminar “Candyman”, DaCosta entró de inmediato a “The Marvels”, una secuela de “Captain Marvel” ("Capitana Marvel") que se estrenará el próximo año. La cinta de superhéroes la reúne con Parris, quien interpreta a Monica Rambeau.
La realizadora apenas ha tenido tiempo de hacer un balance de su rápido ascenso en una industria donde las directoras negras están muy poco representadas en el cine de gran presupuesto.
“Esta es mi tercera película en cuatro años, lo cual es una locura para cualquiera. Pero recuerdo que hace un par de años (mi mánager y yo) pensamos, bueno, hace cinco años esta no sería mi carrera”, dijo DaCosta. “Estoy realmente agradecida y emocionada de que se estén abriendo más espacios... Espero que al hacer más películas y hacer diferentes tipos de películas se abra más espacio para otros”.