Comedores comunitarios abandonan a las familias
Desatienden amplios porcentajes de marginación y desigualdad en colonias de Reynosa
Han transcurrido dos años del cierre decretado por la Secretaría de Bienestar Federal de los comedores comunitarios en el país, en las ciudades en donde aún se reflejan amplios porcentajes de marginación y desigualdad, miles de familias se encuentran abandonadas a su suerte en la satisfacción de necesidades elementales: La alimentación, una de ellas.
El esquema operativo de los comedores comunitarios, se cumplía mediante el aporte de parte del gobierno federal del mobiliario para la cocina (estufa, refrigerador y comedor), así como algunos insumos alimenticios, el personal voluntario –sin sueldo- se encargaba de elaborar los alimentos que se ofrecían a las familias más vulnerables en necesidad.
Blanca Hernández, vecina del sector, quien ahora atiende un pequeño puesto de venta de ropa y artículos de belleza, al compartir con el reportero, recuerda que eran muchas familias las que apoyaban en dicho comedor comunitario.
“Yo colaboré varios meses en el comedor, pero después nos informaron que los apoyos se suspendieron, ya no pudieron continuar, durante un poco tiempo seguimos trabajando y haciendo comidas, pero llego un momento que los gastos y luego lo de la Pandemia de Covid derivó en el cierre”, refiere con cierta nostalgia.
Admite, que ahora la emergencia sanitaria ha impuesto más estreches en familias afectadas, que perdieron el empleo o es más difícil solventar sus necesidades y el cierre del comedor comunitario era un valioso apoyo para los padres de familia y sus niños.